El periodistas Carlos Valverde se encuentra en Argentina desde el pasado mes de mayo después de que decidió dejar Bolivia para ponerse "a buen recaudo" por haber denunciado el caso de Gabriela Zapata, la exnovia del presidente Evo Morales.
Lejos de su país ahora nuevamente se tiene que someter a un proceso de tratamiento contra el cáncer de piel que le detectaron hace unos tres años.
Aunque Valverde dijo a ANF que se toma en humor la enfermedad que padece, también reconoció que es molestoso volver a asistir a un procedimiento médico que incluye quimioterapias para controlar la enfermedad.
Pero "no es una cosa que me vaya a matar", aseguró.
En febrero pasado, Valverde reveló la existencia de un certificado de nacimiento de un hijo de Morales y Zapata. Pese a que el certificado de nacimiento, y posterior certificado de reconocimiento, fueron considerados legales, las autoridades concluyeron que el niño nunca nació. No existe certificado de nacimiento.
La información divulgada por Valverde derivó en uno de los escándalos más grandes de los últimos años. Al admitir que el niño no había nacido, Valverde vio su situación como de vulnerabilidad, y se trasladó a Argentina para lograr protección. El Gobierno lo acusa de haber "fabricado" el caso Morales-Zapata y de haber perjudicado intencioalmente la imagen del Presidente.
A continuación le presentamos una entrevista sobre su salud y su vida en Buenos Aires, donde vive con su esposa Cinthia Nallar.
¿Cómo se encuentra de salud?
Hace unos tres años me descubrieron un cáncer de piel y esta es la segunda vez que se pronuncia de una manera fuerte. Ya tuve una vez en Santa Cruz con manifestaciones de ese cáncer en la cabeza y también en la nariz. Ahora salió de nuevo en la cara. Digamos que es doloroso pero se cura con cremas, quimioterapias y medicamentos que estoy usando.
¿Entonces está en pleno tratamiento?
Sí, seguramente estaré así unos cuatro o cinco días, luego irá bajando (la intensidad). Más o menos tengo que hacerme tres rondas de este tratamiento hasta que ya prácticamente no pase nada. La primera me hice hace unos 10 días, salió muy fuerte, dolía mucho, la cara estaba bastante complicada (…) pero no es una cosa que me vaya a matar y tampoco algo que me quite el sueño.
¿Qué le dijeron los médicos? ¿Está controlada su enfermedad?
Sí, está controlada, yo me hago un chequeo anual, aunque más o menos hace un año y medio que no me venía tan fuerte como ahora, sin embargo me dijeron que está dentro de los parámetros. Yo sé lo que tengo y siempre le digo a mi madre ¿no me podría dejar cualquier cosa de herencia y no el cáncer? (risas), lo que pasa es que ella también tiene lo mismo. Entonces yo lo tomo con humor, no me afecta demasiado, aunque es incómodo.
¿Cómo es un día de Carlos Valverde en Argentina?
Normalmente salgo a caminar a las 06:00, cuatro a cinco veces por semana, camino una hora, luego retorno a donde me estoy quedando y me doy un baño, de ahí agarro la computadora, miro todos los periódicos, miro todos los noticieros que puedo de Bolivia, temas que me interesan, actividades del Presidente, Vicepresidente y de los periodistas, en base a eso armo todo para mi programa de radio porque sigo saliendo con mi programa en Santa Cruz, no dejé de hacerlo, hago todos los días de 11:00 a 12:15, lo hago por Skype.
Pero también hace uso de otras nuevas tecnologías de comunicación.
Sí, al mismo tiempo transmito por Periscope en vivo, por Facebook y YouTube. Creo que soy el primer periodista de Bolivia que incursionó en esto, por ejemplo en mis transmisiones Facebook, que empecé hace tres o cuatro meses, ya llegué a más de dos millones de personas.
¿Y en las tardes a qué se dedica?
En las tardes estoy escribiendo un nuevo libro, que se va publicar probablemente en Santa Cruz en diciembre. Por tanto, hago lo mismo que en Santa Cruz hacía, sólo que desde Argentina. Nunca dejé de trabajar. Luego, a eso de las cinco de la tarde salimos con mi señora a caminar, nos vamos a pasear.
¿Le alcanza para vivir los ingresos económicos que obtiene por su programa de radio?
En realidad vivo de los ingresos por la venta de libros, también en parte de lo que entra por el programa y hay alguna gente amiga que me ayuda a veces, me manda algunos pesos, algunos dólares, que por supuesto me vienen muy bien. Por suerte mis hijos ya son grandes, trabajan y yo no mantengo a nadie más que a mí y a mi mujer.
Entonces recibe solidaridad de sus seguidores.
Sí, (por ejemplo) un amigo me mandó, aunque a la gente le parezca poco, 40 dólares desde Estados Unidos. ¿Usted se imagina lo que le debió costar enviar ese dinero? Sólo el envío cuesta de 40 dólares cuesta ocho dólares y él lo mandó y para mí eso es como si me hubiera mandado mil dólares, porque yo sé las dificultades que también tiene él, entonces le dije ¿cómo vas a hacer eso? Pero me dijo que es una manera de colaborarme, entonces tampoco le iba decir que no. Entonces esas cosas te llegan, te hacen bien, te hacen sentir bien, yo no pedí nada a nadie y la gente me da y les agradezco mucho.
En Bolivia se está organizando una kermesse.
Sí, me enteré que están organizando mis hijos, mis cuñadas, mi hermana, gente amiga. Por supuesto que eso va venir bien. Será el 27 de noviembre en Santa Cruz.
¿Y piensa quedarse en Argentina o retornará en algún momento a Bolivia?
Yo pienso volver, el problema es cuándo. Pero yo no nací para vivir lejos de mi país. Yo quiero volver lo antes posible.
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