* El equipo del Con Todo Respeto cumplió cuatro años en el aire con el éxito de siempre. Sus integrantes nos hablan del buen momento que están viviendo.
Imponer una forma diferente de hacer radio en nuestro medio es cada vez más difícil, pero no para el equipo del Con Todo Respeto (CTR) que recientemente cumplió cuatro años en al aire con el éxito de siempre.
“En el trayecto nos dimos cuenta que nuestras grandes diferencias son nuestra mayor fortaleza para con el oyente”, resalta Iván Cornejo (I) junto a Isela Conrady (IC) y Christian “El Chato” Linares (CH), conductores del programa que va por Radio Cadena Nacional (RCN), quienes hoy nos hablan del buen momento que están viviendo y de cómo celebrarán su cuarto aniversario.
TG: ¿Qué evaluación hacen de los cuatro años del programa?
I: Creo que hemos madurado bastante y lo seguimos haciendo, consolidamos un gran equipo, y no sólo hablo del Chato e Isela, sino también de Franky en la coordinación de cabina, de Aky Azaeda en ventas, de Nelito en la parte técnica y este último tiempo de Cristina Laura en la voz comercial. Si quieres trascender, necesitas un buen equipo y nosotros lo tenemos, y mientras sigamos juntos podemos respirar tranquilos.
IC: Creo que estos cuatro años del CTR han sido positivos, no debemos ser exitistas, pero el crecimiento del equipo ha hecho que todavía tengamos la preferencia de nuestros oyentes. De lo malo también hemos aprendido, no somos perfectos y eso nos ayuda a tener los pies sobre la tierra.
CH: La verdad es que cada año que va pasando voy madurando y sintiéndome más estable laboralmente. Espero seguir con este increíble equipo haciendo algo diferente y divertido.
TG: ¿Seguramente no todo fue color de rosas?
I: Claro, desde el hecho de aceptarnos entre nosotros tal y como somos no fue fácil. Yo nunca imaginé vivir más de 5 horas al día con una mujer, como Isela, que no pueda pronunciar la palabra pene por más educativo que sea el sentido (sonríe) y ella pensará lo mismo acerca de trabajar con alguien como yo. Tuvimos que aceptarnos tal y como somos sin intentar cambiarnos para trabajar felices. Por otro lado, una de las cosas más duras que nos tocó vivir fue el eterno tire y afloje con los dueños de los medios en los que estuvimos, gracias a lo cual nos ganamos una inmerecida famita de los chicos malos de la radiodifusión.
TG: ¿Por qué crees que los escuchan tanto?
I: Seguramente por muchas razones y una de ellas creo que es la soledad de las personas, vivimos en un mundo de personas cada vez más solas. Antes para saber de un amigo tenías que ir a verlo y charlar cara a cara con él, pero ahora lo saludas por celular o el Facebook. La gente antes esperaba de la radio la música o las noticias porque para una amena charla estaban tus amigos con quienes te reunías siempre, pero ahora son menos frecuentes esas charlas y es ahí donde nosotros entramos. El oyente se siente parte de nuestras charlas de variada temática, ya que charlamos como con un grupo de amigos porque además somos amigos, y como te decía, nuestras diferencias entre nosotros son nuestra mejor cara. Me imagino que la gente encuentra interesante la mezcla de un loco errante como yo con una severa moralista como Isela y de yapa un divertido aprendiz de Lucifer como “El Chato” (sonríe).
TG: ¿Las “malas palabras” los ayudan o perjudican?
I: A mí me ayudan mucho a expresar claramente lo que siento, no soy de una labia muy cultivada, admito que para estar en los medios debería serlo, pero lástima que no lo soy. Como muchos, estoy todavía en proceso de formación, ya llegará el día en que deje de recurrir a las “malas palabras” para expresar cabalmente un sentimiento o una idea, pero por lo pronto, en vez de rebuscar palabras que hagan justicia a las emociones que quiero transmitir, seguiré recurriendo a un buen “carajazo” que lo resuma todo. Estoy seguro que esas palabras nos perjudican, pero creo también que nos ayudan a llegar al común de la gente con un mensaje honesto y claro.
TG: ¿Crees que son dignos de ser una escuela a seguir?
I: No veo por qué no, siempre y cuando aprendan lo bueno y desechen lo malo para complementarlo con la esencia original de cada uno y saquen un producto radial fresco. Sería halagador serlo, a estas alturas de la vida ya nadie inventa algo, todos seguimos escuelas, corrientes, estilos y nosotros mismos somos un puchero de estilos, pero ojo, eso no es copiar, es sencillamente seguir un estilo para hacerlo tuyo fusionándolo con tu aporte propio.
TG: ¿Y qué es lo malo que deberían desechar?
I: Mira, no puedo hablar por Isela y el Chato, pero yo me apasiono con algunos temas que tocamos y cosas que hago en el programa y las pasiones con frecuencia te hacen cometer errores y esos errores son vistos por el oyente ya no como errores sino como serios defectos, y otra cosa, si tienen suficiente labia para transmitir una idea a cabalidad eviten las “malas palabras” (sonríe).
IC: Lo que no deben seguir como ejemplo es… a ver, no me alcanzaría la página (sonríe), en realidad quienes nos siguen son los indicados para decir si somos un buen o mal ejemplo. Mientras tanto nosotros hacemos cada día el CTR con la ilusión de lograr nuestro objetivo, que es brindar a la gente una buena compañía.
TG: ¿Qué tal la experiencia de salir a nivel nacional por RCN?
I: De película, saber que ese micrófono te conecta con todo el país es algo inexplicable, los primeros días nos ponía muy nerviosos, pero luego le vas agarrando el gusto y hoy no hay quien te saque de esa cabina (sonríe). Claro que hemos tenido que modificar ciertos contenidos para llegar a las distintas regiones con un mensaje menos “chuk´uta” y más boliviano y eso no ha sido fácil, pero ayuda mucho que la radiodifusión paceña es nomás la más profesional del país y esa bien merecida famita hace que los programas de radio de origen paceño sean bienvenidos en todas partes.
El festejo será con una sexy comedia
Luego de lanzar con éxito su calendario 2010, el equipo del Con Todo Respeto se aprestar a celebrar sus cuatro años de vida con la presentación de la comedia “Petinato Grandan Terapeuta Sexual”, su nueva travesura teatral, todos los jueves de marzo, en la discoteca pub Gurú.
TG: Iván, ¿qué nos puedes contar de la obra?
I: Es una comedia de mi autoría que ya la presentamos hace tres años, pero la reescribí para que sea el Christian el que encarne al polémico doctor Grandan acompañado de un reparto de monadas que dará mucho de qué hablar cuando la estrenemos, no sólo por lo lindas y conocidas que son, sino por su hasta ahora oculto talento para la actuación.
TG: ¿A quiénes te refieres?
I: Empecemos por los caballeros, en el papel del Doctor Grandan está “El Chato”, en el del señor Rivera está el estriper más famoso de la ciudad, Brandon Lalo Fernández, que ya interpretó el papel en la primera puesta en escena. En el rol de Carmencita, la potra secretaria del doctor, está Estefanía Salas, modelo y conductora muy querida, y en el papel de la tremenda señora Rivera (paciente del doctor) la exuberante Cindy Encinas, talentosa conductora y ex Señorita La Paz.
TG: Tú e Isela, ¿están fuera de escena esta vez?
I: Sí, pero no tanto, no interactuaremos en escenario con ellos, pero somos parte de todo el show que estamos armando para cada jueves de marzo. Yo soy el encargado de los monólogos de apertura en cada acto que son tres e Isela me acompaña en muchos de los pasajes de mis monólogos.
TG: Y tú, “Chato”, ¿cómo te sientes?
CH: Es una responsabilidad que me alegra y a la vez me asusta porque es complicado interpretar un papel que lo representó anteriormente con mucho éxito Iván, pero daré lo mejor de mí. Espero que a la gente le guste y que no me silbe (sonríe).
TG: ¿Cómo es la trama?
I: La historia se desarrolla en el consultorio de un famoso terapeuta sexual que lucha contra sus propios fantasmas y debilidades, que debe soportar tener una mujerona como secretaria y no poder tocarla por un tema estrictamente profesional y tener que lidiar con la volcánica sexualidad de una de sus pacientes. La trama no es compleja, pero preferiría que la descubran viéndola, están todos invitados.
TG: ¿Esta comedia es para adultos?
I: Está claro que algunos niños la pasarían bomba con la obra, pero hasta por políticas del boliche no entran, pero en realidad es sólo una buena comedia sexilona para reírte mientras te tomas un trago.
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