Fue testigo privilegiado, en muchos casos, y actor, en otros, de sucesos importantes que se dieron en el periodismo deportivo y en el deporte en general.
Miguel Velarde Tapia (potosino, casado con Elvira Lupo, dos hijos: Miguel y Gabriel), hace un recuento de tiempos pasados y de quienes fueron sus protagonistas.
Fue —como se le reconoce aún hoy— el padre de los suplementos deportivos, cabeza del todavía muy recordado y jamás igualado Hoy Deportivo. Con su idea y su trabajo, el periodismo escrito comenzó a darle real valor y lugar al deporte boliviano en general.
Velarde se identificó, además, con cuanto proyecto periodístico tuvo a su cargo, porque luego estuvo en Presencia del Deporte, también muy exitoso, y creador, años después, del primer periódico deportivo en el país, Viva. Asimismo hizo pertenencia de los organismos gremiales que le tocó conducir en varias gestiones.
Solidario con sus compañeros, compartió con ellos sus experiencias, nunca supo de egoísmos y sobre todo fue un maestro de muchos de ellos.
— Como en el fútbol, ¿será que su vida dedicada al periodismo está dividida en dos tiempos, el primero antes de Hoy Deportivo y el segundo a partir de su trabajo al frente de ese suplemento?
— Sí, pero el primero más corto que el segundo, que se prolongó por treinta años.
En el primero pasé por radios El Cóndor, Altiplano, Universo y Nueva América.
En televisión en espacios deportivos e informativos del Canal Universitario, Telesistema Boliviano y ATB.
En el segundo estuve en Clarín, El Sol, Hoy, donde permanecí veinticuatro años, en Presencia seis y el paso muy efímero por Viva.
— ¿Qué destaca de su trabajo… de sus mentores y sus compañeros en las distintas redacciones?
— Tuve la suerte de trabajar con dos grandes del periodismo boliviano, Lorenzo Carri y Cucho Vargas en el programa Enfoques, que tuvo un ciclo radial muy exitoso.
En el caso de Hoy comencé con Arturo Pérez, Fernando Escobar y Hernán Velásquez. Luego, una vez que Lorenzo volvió de España, fue un gran aporte para nuestras páginas, como lo fue también para los canales y radios que aprovecharon su talento.
Además, en distintos ciclos, la vida me dio la oportunidad de colaborar en la formación profesional de Óscar Dorado, Ramiro Siles, Gustavo Cortez, Genaro Orellana, Óscar Gutiérrez, Marcos Bonilla, Alberto Arévalo, Iván Miranda, Ramiro Camacho, Miguel Terán y Jaime Ayllón.
No puedo dejar de recordar a fotógrafos como Lucio Flores, Tanny Flores, Andrés Rojas, Jorge Céspedes y muchos colegas con los que estoy cometiendo una imperdonable omisión al no mencionarlos.
En otros espacios, no en la redacción precisamente, pero igualmente importantes Abraham Quiroz, con el humor de sus páginas y Adrián Maceda con la finura de sus caricaturas.
Tuvimos colaboradores permanentes de gran prestigio internacional como el editorialista argentino Jorge Barraza, con quien hace poco en Buenos Aires tuve el honor de compartir el homenaje de la revista El Gráfico con motivo de sus cien años de fundación.
Alguien que nos volcó su intelectualidad fue el expresidente de la República Carlos Mesa Gisbert, que abordaba temas futboleros con gran propiedad.
— ¿Por qué Hoy Deportivo ha sido tan importante en la historia del deporte boliviano?
— Lejos de falsas modestias debo señalar que Hoy Deportivo fue importante en el periodismo boliviano por varias razones.
Voy a enumerar algunas: a partir de Hoy el deporte dejó las últimas páginas a las que estaba confinado a convertirse en un suplemento o separata que acompañaba la edición diaria.
El deporte tenía más contenido, había la posibilidad de que se le dé una mayor cobertura. Además de su propia redacción central, armamos una red de corresponsalías en todo el país y aprovechamos al máximo el material de las agencias internacionales.
Era un equipo que tenía mística; en términos deportivos, se había puesto la camiseta. Estaba por encima del poco apoyo que podía prestarle la empresa, cuyo director, don Alfredo Alexander, fue asesinado a pocos meses de su fundación en un atentado que nunca fue esclarecido.
— ¿Se puede considerar que su labor y la de sus equipos fue pionera de una manera de hacer periodismo deportivo desde la parte escrita?
— Difícilmente creo que puedan superarse los tirajes que hicimos en varias oportunidades.
La clasificación al Mundial de Estados Unidos, como la edición extra con este mismo motivo, ambas en Presencia, fueron un suceso.
En Hoy la caída de The Strongest en Viloco originó tal consternación que la impresión se repitió varias veces con la imagen del equipo que jugó su último partido en Santa Cruz. Tuvimos también otras ediciones memorables durante los Juegos Bolivarianos de 1977 en La Paz, durante quince días seguidos.
— ¿Qué hechos noticiosos han marcado su memoria a su paso por Hoy Deportivo?
— Voy a mencionar dos, que aunque tienen relación con el deporte, tienen un tinte de crónica policial.
En 1980 descubrimos el caso de los vidrios Ray-Ban de la piscina olímpica de Alto Obrajes, durante la dictadura de Luis García Meza y cuya autoría se adjudicó a ese régimen y a la cúpula militar que gobernaba el país.
En 1983 denunciamos en el gobierno de Hernán Siles Zuazo la alteración de edades de varios integrantes de la selección nacional que participó en el Sudamericano Juventud de América y en él estuvieron involucrados el Ministro de Gobierno de entonces, el Comandante de la Policía Nacional, el Director Nacional del Registro Civil, el Secretario General del Deporte, el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol y el director técnico de ese combinado.
— ¿Entonces se puede considerar que Hoy Deportivo, su labor y la de sus colaboradores revolucionó una manera de hacer periodismo deportivo desde la parte escrita?
— Fueron ediciones exitosas, alcanzaron una gran receptividad y una gran lectoría. Esas ediciones de lunes se entregaban a los voceadores sin cargo de devolución y, algo que no sé si se habrá repetido, es que el precio de tapa de los lunes doblaba al de los otros matutinos, dos periódicos de gran prestigio y tradición como Presencia y El Diario.
Una caricatura publicada en Presencia del Deporte en 1994, con el equipo que encabezaba Velarde. Caricatura: Presencia deportiva
— ¿Cómo hizo que su trabajo y sus enseñanzas fueran una escuela de periodistas?
— Fue una escuela de periodismo, pero también una escuela de vida con gran sensibilidad, tanto que rebasó los límites de la redacción para alcanzar otro tipo de responsabilidades, que bien pudieron habérselas encomendado a otro compañero, pero me tocó a mí.
Alcancé los más altos cargos de todos los organismos asociativos y sindicales en cinco oportunidades, en una gesta irrepetible donde los periodistas mostraron su solidaridad con decenas de colegas que cayeron presos, estaban clandestinos o salieron al exilio, durante el primer gobierno del general Banzer.
— ¿A qué dirigentes de su tiempo, de su época de su día a día en el periodismo destaca?
— A los dirigentes hay que considerarlos por los hechos, algunos exitistas en función de resultados pasajeros, otros que a su paso dejaron obras.
Entre éstos voy a mencionar a José Gamarra Zorrilla, a cuya iniciativa se deben, Juegos Bolivarianos de 1977 mediante, el estadio Siles, la piscina olímpica y el velódromo de Alto Irpavi… A Rafael Mendoza por el estadio de Achumani y a Mario Mercado por el estadio de Tembladerani.
Hoy además de que algunos cobran sueldos, a otros se los relaciona con hechos dolosos.
Tengo información de que actualmente dirigentes de muchos países reciben millonarios bonos de la Confederación Sudamericana de Fútbol y que la cúpula de ese organismo se autoasiste con sumas difíciles de creer.
Me dicen, por ejemplo, que el señor Tapia, de AFA, que hace poco cesó como representante de Conmebol ante la FIFA, dejará de recibir una millonada.
No nos extrañemos que aparezcan los nuevos Leoz, Figueredos, Esquiveles, Grondonas, Osunas y otros.
— ¿Qué opina de estos tiempos modernos…de los que usted transitó y del periodismo de ayer y del periodismo de hoy?
— La tecnología facilita la mecánica del periodismo, ayuda a difundir el mensaje, es fuente del periodismo, pero no es el periodismo mismo.
La noticia, antes de llegar a su destinatario, el lector, pasa por un proceso y es el periodista el que se encarga de darle forma a ese producto.
La redacción de un periódico es un laboratorio, es un equipo, donde todos comparten sus triunfos o sufren sus fracasos.
No hay que dar una noticia, y ustedes lo saben bien, si no se tiene certeza de ella.
El gran capital de un periodista fue, es y será siempre su credibilidad.
— ¿Está en crisis el periodismo escrito?
— Más que una crisis del periodismo escrito hay una crisis de la industria periodística, porque evidentemente la televisión, hace ya varios años, y la tecnología de hoy, hacen que se vendan menos periódicos y que su impacto no sea el mismo de antes.
Sin embargo los kioscos en Buenos Aires, Montevideo, San Pablo, Río de Janeiro, Santiago, Lima, Bogotá y otras ciudades siguen poblados de periódicos de papel, incluso la edición impresa de El País de España circula en el día en varias capitales de Sudamérica.
En los últimos años estuve en varios países, visité varias redacciones y vi con ojos críticos muchas ediciones, lo que me permite decir que, pese a sus limitaciones, el periodismo boliviano está en un muy buen nivel.
— Alguna vez dijo que el periodismo era excluyente con todo…
— Lo dije y lo sostengo; cuando uno ejerce el periodismo, si quiere gozar de absoluta independencia, no puede ser otra cosa que periodista.
— Pero usted aceptó una agregaduría cultural…
— Sí, pero ya no estaba ejerciendo el periodismo y fue una buena experiencia, para la que me sirvió muchas cosas que aprendí en el periodismo.
Promocioné algunos valores de nuestra cultura en sus distintas manifestaciones. Presentamos en Caracas exposiciones pictóricas, una de ellas de Mamani Mamani, también al eximio guitarrista Piraí Vaca, al pianista Jhony Gonzales, a Zulma Yugar, a Guisela Santa Cruz y a calificados grupos como Savia Andina, Jach’a Mallku y al Ballet Folklórico de Bolivia.
Cuando dejé la Embajada estaba todo arreglado para la actuación de Los Kjarkas, pero el gobierno los vetó por “gonistas”.
Aclaro que en todos los casos las actuaciones no le costaron a la Cancillería ni un solo peso.
— ¿Cree usted en la objetividad?
— Sí, pero creo más en la honestidad. Cuando uno es honesto, la verdad va por delante.
Perfil
Nombre: Miguel Velarde Tapia.
Nacimiento: Potosí, 5 de julio.
Familia: Casado con Elvira Lupo, dos hijos: Miguel y Gabriel.
Trayectoria
Radios: El Cóndor, Altiplano, Universo y Nueva América.
Televisión: Canal Universitario, Telesistema Boliviano y ATB.
Diarios: Hoy, Presencia y Viva.