El nonagenario sacerdote español-boliviano José Gramunt de Moragas, propietario de la agencia católica de noticias Fides (ANF), fue citado para el lunes por la fiscal Claudia Pastén bajo la advertencia de que "en caso de desobediencia se expedirá mandamiento de aprehensión", dijo ese medio.
También para el lunes fue convocado el director del diario Página Siete, Raúl Peñaranda, quien, según su edición del viernes, ratificó que en este caso no hubo "error ni delito", razón por la que considera que el proceso debe extinguirse.
Por su parte, los directivos de El Diario, decano de la prensa boliviana, fueron citados para el martes.
Los procesos contra los medios fueron iniciados en agosto luego de que el presidente Evo Morales dijera textualmente durante un discurso: "En el oriente boliviano, donde todo el año se produce, yo digo: solamente por falta de voluntad podemos ser tan pobres o no poder tener alimentos, mientras en el altiplano es diferente, si hay heladas y no hay lluvia, si hay granizada, no hay alimentos, es una verdad esto, pero en el oriente no, sólo por flojos podemos hambrear".
En su cobertura, ANF tituló: "Evo dice que si se hambrea en oriente es por flojera"; Página Siete: "Evo acusa de flojos a los habitantes del oriente"; y El Diario: "Morales opina que el oriental es flojo y le critican por discriminador".
Estos titulares, según el gobierno, provocaron quejas de parte de entidades y grupos de esa región, cuyos liderazgos de derecha son opositores de Morales.
Diversos gremios de periodistas y de propietarios de medios consideraron que los procesos intentan intimidar y constituyen un atentado a la libertad de expresión.
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