La firme defensa de las libertades de prensa y de expresión y del derecho de acceso a la información fue ratificada la noche del miércoles por el presidente de la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP), Marcelo Miralles Iporre, que dirigirá a la organización de medios impresos durante la gestión 2016-2018, en reemplazo de Pedro Rivero Jordán (El Deber).
Junto a Miralles Iporre que representa al periódico La Patria de Oruro, asumieron sus funciones el primer Vicepresidente, Jorge Carrasco Guzmán (El Diario); el segundo Vicepresidente, Sergio Montes SJ. (ANF); en la Tesorería, Bernardo Canelas (Los Tiempos) y en la vocalía Carola Capra (Nueva Economía).
“Después de 46 años de vida institucional, la premisa de la ANP sigue siendo la misma, la de cumplir y hacer cumplir los derechos humanos y constitucionales, fundamentales para la vida en democracia”, expresó Miralles en su discurso.
“No interesa qué partido político esté de turno o qué ideología se imponga, o a qué persona se agreda, independientemente de quién sea el agresor o agredido, la ANP sale en defensa de esos derechos y principios”, agregó.
Al finalizar su mandato, Pedro Rivero Jordán expresó que a pesar de sus dificultades económicas y de los intentos por apagar su voz, la ANP sigue firme en la defensa de sus principios y en el sostenimiento, en todo tiempo y lugar, de la libertad de prensa y de expresión en los términos en que está garantizada por la Constitución y por las leyes sustantivas que rigen en Bolivia.
Miralles evocó el contexto histórico en que se creó la ANP con la participación de los diarios desaparecidos Presencia, Jornada, Hoy, Última Hora y los medios que lo integran actualmente: El Diario de La Paz, Los Tiempos de Cochabamba y La Patria de Oruro.
"El 24 de febrero de 1970, durante la Presidencia de Juan José Torres, un corto gobierno populista militar con la recurrente intención de conculcar las libertades de prensa y expresión, nació la ANP. Las finalidades fueron: La defensa del derecho de acceso a la información, la defensa de las libertades de prensa y expresión, procurar el perfeccionamiento y desarrollo de la prensa y el periodismo", refirió.
En esa línea de pensamiento, reiteró la decidida defensa de la Ley de Imprenta y descartó las opiniones que atribuyen a la norma la única función de defender a los periodistas. "...Sin embargo, está hecha y pensada para defender a los ciudadanos y autoridades ante los malos periodistas; y a los buenos periodistas ante los abusos de las autoridades de turno", dijo.
Dirigió sus palabras a los lectores de diarios y reiteró la vigencia del Código de Ética institucional que exige imparcialidad, equidad y equilibrio en el tratamiento de las noticias, e hizo énfasis en el primer artículo que expresa: La veracidad de la información debe ser la primera condición imprescindible para su publicación. Los periodistas deben agotar todos los recursos lícitos para llegar a esa verdad o aproximarse lo más cerca de ella.
Inscribió entre los hitos históricos al 7 de octubre de 2010, cuando los diarios del país, excepto dos, publicaron portadas en blanco con un mensaje: No hay democracia sin libertad de expresión.
En relación al tema, reiteró que la ANP no se opone a una ley contra el racismo, sino a dos artículos que imponen censura previa, con sanciones al medio y a los periodistas por las declaraciones que expresan sus interlocutores.
Como prueba de su afirmación, recordó que el artículo séptimo del Código de Ética de la ANP recomienda erradicar de los medios discriminaciones raciales, sociales, étnicas, religiosas, de género, sexo, procedencia geográfica, incapacidad o apariencia física, y obliga a ofrecer trato respetuoso y en condiciones de igualdad a todas las personas e instituciones.
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