Hace un año llegaba al final una vida fructífera. Pedro Rivero Mercado se despedía de este mundo a la hora que cierran las ediciones de los diarios. El que fuera Premio Nacional de Periodismo, de Cultura y condecorado con el Cóndor de Los Andes dejaba detrás suyo su mayor obra: un diario que manejado por su familia se había convertido en el de mayor tiraje y credibilidad del país.
Escritor, mecenas silencioso y amante de la cultura cruceña, Rivero Mercado fue objeto de numerosos homenajes póstumos que se sumaron a las casi innumerables distinciones que recibió en vida. Hasta el día de hoy se extrañan sus pasos surcando la redacción de EL DEBER para ocupar su oficina en la dirección.
Recordando el primer año de su deceso, hoy, a las 19:30, se mandará oficiar una misa en la iglesia Nuestra Señora de los Milagros, del barrio Urbarí.
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