— ¿Listo para regresar a pantalla y madrugar?
— Sí, son mis últimos días para dormir un poco más y desde el lunes a madrugar, pero ya está todo listo.
— ¿Por qué salió de pantallas?
— Salí porque se tenía previsto este cambio en los noticieros, pero demandó más de lo debido. No es que haya estado de vacaciones, porque soy coordinador de prensa y estuve detrás de cámaras en este tiempo.
— ¿Se queda en ATB?
— Sí, ATB es mi segunda casa, y no lo negaré, sí me llegaron ofertas de otros lugares.
— ¿No las considera?
— No, estoy feliz con ATB y los proyectos y cambios que se vienen.
— ¿Qué tendrá la nueva revista de la mañana?
— De 06.30 a 08.00 habrá toda la información que la gente necesita, y entonces nos relajaremos un poco y mostraremos más variedad y sorpresas.
— ¿Seguirán al aire las unidades móviles divertidas con Iván Gutiérrez?
— Claro, él seguirá haciendo referencia a mi peso y yo a su estatura (sonríe).
— ¿Se considera gordo como le dice Iván?
— (Sonríe). Es que me lo dice la ropa, de pronto mi pantalón favorito ya no cierra o mi terno ya no me luce igual; es decir, no me gusta lo que me dice mi ropa.
— ¿Cree que es guapo y famoso?
— No me considero el más bonito y creo que para los noticieros no lo necesitas. Con lo de famoso, yo no me lo creo, hago lo que me gusta y soy afortunado con ello; la verdad, me considero un hombre feliz y completo en todos los sentidos.
— ¿Qué le dice su esposa?
— Ella me dice que estoy bonito, es que ella y yo somos de buen comer, pero ella está contenta por cómo me veo (sonríe).
— ¿Aún continúa enamorado?
— Sí, claro que sí, Verónica es mi cable a tierra, me calma porque yo soy un fosforito y siempre me sorprende con detalles. Es mi compañera y mi amiga, nos conocemos desde colegio.
— ¿Usted es muy renegón?
— Sí, exploto con facilidad y mi hija menor tiene ese mismo carácter.
— ¿Cómo es la relación con sus hijos?
— Trato de ser comprensivo. La mayor, Lucía, tiene nueve años y es muy hermosa, tiene el cabello largo, canta, baila y es una dulzura (cuenta con lágrimas en los ojos). Esteban, de seis, para mí tiene la vida hecha porque es un gran negociador, comprensivo, amable y un buen chico.
— ¿Qué me dice de la suegra?
— Ella es una señora buena onda (sonríe), siempre se está actualizando y nos llevamos muy bien.
— ¿Cree que ser presentador es más fácil que ser periodista?
— Hacer cobertura es una pasión, es difícil, pero lindo al mismo tiempo, y ser presentador no es fácil, es un trabajo que necesita de concentración, saber manejar cámaras y, como cualquier empleo, tiene sus complicaciones.
— ¿Siente que estará en pantalla por mucho tiempo más?
— Por el momento, me gusta lo que hago, que es contar noticias. Más adelante, el tiempo dirá.
Daniel Castellón - Regresa a las pantallas de ATB desde el lunes en la revista matutina luego de estar por tres meses detrás de cámaras. Tiene 34 años y lleva 13 en los medios. Se confiesa un hombre enamorado de su esposa e hijos y asegura que se lleva muy bien con su suegra.
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