Es hijo de Gróver Echavarría y sobrino de Remberto, dos referentes del relato y el comentario en los programas de radio en Bolivia. También, agarró el micrófono y gusta del fútbol. Espera ir a otro Mundial con la Selección.
Julio Céspedes Inda
Periodista
Es miembro de una familia con gran tradición en el periodismo deportivo. Otro Echavarría de Radiodeportes, “un país en sintonía”. De niño vio cómo era el trabajo en una transmisión de radio y adolescente empezó a dar sus primeros pasos. Le gusta el relato y eso le ayudó en televisión cuando agarró un legado natural en su estilo, relatando como su padre, Gróver, y comentando como su tío, Remberto, dos eminencias en esta materia.
Javier se ha apartado un poco de la actividad en los últimos años, aunque no del todo. Cuando hay grandes eventos de fútbol, él está ahí, frente al micrófono, porque en las venas lleva una pasión que siempre está encendida.
—¿Javier, es periodista por ‘herencia’?
—Yo creo que la herencia tiene la mayor parte de la responsabilidad en esto. Si bien es cierto el periodismo no es mi carrera académica, yo he empezado a practicarlo antes de que comience a pensar en una carrera académica.
Empecé a ir al estadio junto con mi padre desde mis primeros años. Para un muchachito de seis años estar en las casetas del estadio, poder bajar a los camarines y conocer a los jugadores es algo que en ese momento no tiene precio, lo disfruté durante mi niñez y adolescencia y creo tener experiencias que otro muchacho de esa edad quizás no tiene.
—¿Se acuerda cuándo y cómo fue que agarró por primera vez un micrófono y qué nota hizo?
—En 1980, en el antiguo estadio Luis Lastra, del club Municipal, en una transmisión de radio faltó un reportero en campo de juego y el momento de terminar el primer tiempo era necesario obtener datos para los cambios y hacer seguimiento a las variantes de ese segundo tiempo, yo lo hice, y fue un poco por necesidad y un poco por gusto.
Esa vez tenía 14 años y estaba cambiando la voz, y algo que mi padre cuidó con mucho criterio era esperar a que ese cambio de voz termine para que uno pueda estar de manera permanente al frente de un micrófono. Pero así se presentó la primera vez.
—¿Recuerda el primer partido que relató, cómo le salió?
—También fue por necesidad. Jugaban The Strongest e Independiente en La Paz, pero ese día el partido más importante era el de Cochabamba entre Wilstermann y Bolívar, y Gróver Echavarría relataba allá.
Recuerdo que los dos partidos se jugaban a la misma hora y hubo un apagón de luz en Cochabamba, durante 25 minutos el estadio Capriles estaba sin iluminación y el cotejo estaba suspendido; obviamente como no había relato de allá y el cotejo de La Paz sí se estaba jugando, entonces yo relaté de emergencia unos 25 minutos ese encuentro.
—¿Qué estilo de relato tiene, el de su padre o el de su tío?
—Yo creo que Remberto es un maestro para el comentario, mientras que Gróver es un maestro para el relato. Tal vez por eso la conjunción ha tenido frutos. Entonces, el relato de Radiodeportes es de Gróver y el estilo que yo tengo en muchos aspectos es el de él.
—¿Qué le dio el periodismo deportivo?
—La oportunidad de haber transmitido Juegos Olímpicos, copas del Mundo, copas América, entre otros eventos. El periodismo, más allá de la parte pedagógica, creo que como experiencias de vida me ha dado muchísimo y tal vez lo más valioso sea contar con amigos en prácticamente toda Latinoamérica.
—¿Cómo ve a la nueva generación de relatores de fútbol, bien, mal o algo le falta?
—Yo todavía me considero, en parte, miembro de esa generación y sería mal juzgarla. Yo creo que quienes tienen que juzgar a esta nueva generación son los de la generación anterior y, lógicamente, con toda la experiencia y conocimiento que tienen podrán decir si lo hacen bien, mal o en líneas generales si el periodismo deportivo ha avanzado o no.
—Sus hermanos también gustaron del periodismo deportivo ¿no?
—Sí, porque ésta es una pasión familiar. Llegó el momento, no hace poco tiempo, de que de las seis ubicaciones que tenemos en el estadio Siles, tres por cada una de las casetas, cinco estaban ocupadas por los Echavarría, es decir Gróver, Remberto, mis dos hermanos y yo (sonríe).
—Cuéntenos una anécdota de trabajo
—El gol más festejado que yo relaté no lo hice en un partido. Pasa que por otros motivos al periodismo tuve la oportunidad de estar en Estados Unidos en octubre de 1993 y estuve invitado en un evento de la comunidad boliviana en Miami, en un restaurante de la ciudad. La clasificación de Bolivia se había dado un mes antes en Guayaquil con el 1-1 frente a Ecuador 1-1.
Dio la casualidad de que uno de los animadores del evento en Miami nos reconoció, se acercó y nos invitó al escenario; una vez al frente de unas 400 personas nos pidió que relatemos el gol boliviano en ese partido en Ecuador, y explicándole al público que para un relator es un poco complicado narrar un gol sin estarlo viendo, me animé a hacerlo, con la suerte que creo que resultó muy bien, porque fue una ovación la que acompañó mi grito de gol, como si estuviese en el estadio.
—¿Qué hace ahora en Radiodeportes o se ha alejado de las transmisiones?
—El lazo con Radiodeportes no se ha roto ni va a romperse, pero lo que sí hemos hecho fue una pausa dentro el campeonato local, fundamentalmente por limitaciones de tiempo. Hemos tenido la oportunidad de seguir con eventos como la Copa América de Argentina 2011, hemos estado en los partidos de las Eliminatorias del Mundial Brasil 2014, y estaremos también en lo que viene ahora, la Copa Libertadores y los partidos de la Selección Nacional en las Eliminatorias.
—¿Un gol inolvidable que relató?
—Hubo varios partidos importantes, pero los que marcaron época estuvieron a cargo de Gróver, que es la voz oficial del programa y que no sólo es el mejor relator de Radiodeportes, sino de Bolivia.
—¿Va a volver al relato de televisión?
—No, porque la televisión es una ocupación de tiempo completo. No es compatible tener una actividad de tiempo completo (es economista) con la actividad de televisión en el periodismo deportivo.
—¿Cuál es su sueño profesional?
—Mi sueño cuando comenzaba el periodismo deportivo era relatar en un Mundial de fútbol con Bolivia y tuve la oportunidad de hacerlo, el de Estados Unidos 1994. Espero poder repetir esa experiencia, puesto que el momento que se entonaba el Himno Nacional en Chicago, en el partido inaugural, esa experiencia de vivir a tantos kilómetros en un estadio lleno y con miles de personas viendo por televisión, el sentirse boliviano es un orgullo, algo inenarrable.
Asísoyyo
Javier Echavarría Lara
Relator de fútbol
Edad: 45 años (cumple mañana)
Lugar de nacimiento: La Paz, Bolivia.
Profesión: Economista
Trayectoria: Radiodeportes, en radio; Deportivo 6, Perfil Deportivo, El Mundo del Deporte y A Todo Deporte, en programas de televisión.
Las cortitas de Javier
—¿El apellido Echavarría?
—Un legado muy grande y, de la mano de eso, una gran responsabilidad.
—¿Gróver?
—Un maestro en todo aspecto.
—¿Remberto?
—Un maestro en el comentario y siempre un apoyo.
—¿El fútbol?
—Una pasión que no va a terminar.
—¿La Paz?
—La ciudad más extraordinaria que una persona pueda conocer.
—¿Bolivia?
—Un país con muchos problemas, pero que ha tenido en el fútbol una salida, y espero que vuelva a tenerla.
—¿La Selección Boliviana de fútbol?
—Una esperanza que nunca muere, pero una esperanza más basada en fe que en realidad.
—¿El micrófono?
—Un compañero de toda la vida.
—¿Una cabina de radio?
—Es el lugar donde los sueños se hacen realidad.
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