Este 'post' fue tan controversial que entre los comentarios hubo personas que lo tomaron por el lado humorístico y otros que tildaron al presentador de racista. Como era de esperarse, Pablo se pronunció y esta fue una de las respuestas que dio en su página a sus seguidores. "Queridos, son dos personas, olvídense si son pobres o ricos. Son dos borrachitos, en un martes a las 10:00 durmiendo en la calle. Yo me senté al lado y me saque una foto. No les estoy haciendo ningún daño", recalcó el presentador, que desde el sábado se encuentra en la Llajta trabajando para Tigo, en el marco de la Feicobol.
Desde allá respondió a Sociales y de ya dijo que es un tema delicado de explicar y por ello resaltó que lo único que intentó fue graficar una situación que para él es cómica. "Puedo entender que no les guste mi humor, pero que se metan conmigo, como decir que soy racista es otra cosa. Ninguna persona tiene derecho a insultarme, ya que veo que decirme racista es un insulto".
Pablo, que en toda su carrera de humorista ha interpretado personajes desde homosexuales hasta cambas con ínfulas de grandezas, a los cuales siempre los ha ridiculizado y el estado de los hombres de la foto de la polémica le pareció el colmo de gracioso y lo publicó. "Creo que desde que se promulgó la ley contra el racismo y el feminicidio hay cierta susceptibilidad, que todo lo que parece estar en este marco se sataniza", concluyó Fernández.
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