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domingo, noviembre 01, 2015

Gabriel Romano “Me cuesta perdonar las deslealtades”

oy Gabriel Alejandro Romano Burgoa. Nací en La Paz el 29 de diciembre de 1982. Estudié filosofía y letras en la Universidad Católica Boliviana de Cochabamba, tengo dos maestrías, una en relaciones Internacionales y otra en ciencias políticas, y también un post grado en periodismo de investigación. Mi esposa se llama Milenka, tengo un hijo, Ignacio Javier, y soy hincha del Tigre. Actualmente soy jefe de prensa y presentador de la Red Abya Yala TV.

LG: ¿Cuál es tu mayor tesoro?

G: Dios, porque es una fuente de inspiración y de compromiso, y mi familia, que es reflejo de Dios en la tierra.

LG: Si volvieras a nacer, ¿qué cambiarías de tu vida?

G: Uff… creo que nada porque todas las decisiones han sido bien planeadas y asumidas, pero de repente me esforzaría más en aquellas cosas en las que he mostrado debilidad en algún momento.

LG: Físicamente, ¿cambiarías algo?

G: No, estoy contento con mi peladita, tenía el cabello más largo cuando era más chango (sonríe).

LG: ¿Cuál es tu mayor fortaleza?

G: Mis ganas de superación constantes, soy una persona que lee mucho, tengo un hábito de lectura y trato siempre de imitar a las personas que destacan en algo y eso ayuda para que uno se pueda fortalecer, hace que el crecimiento sea más rápido.

LG: ¿Cuál es tu mayor debilidad?

G: Creo que soy un poco tímido, me enfrasco mucho en el trabajo y con el tema de contactos con los amigos, los compañeros, a veces quedas relegado.

LG: ¿Qué es lo mejor que han opinado de ti?

G: Que soy un tipo recto.

LG: ¿Y lo peor?

G: Puede ser que a raíz de mi timidez uno pueda pasar por maleducado, altanero, pero no es así, es cuestión de romper el hielo (sonríe).

LG: ¿Tienes alguna manía antes de dormir?

G: Besar a mi hijo y a mi esposa.

LG: ¿Eres parte de las redes sociales?

G: Sí y me parece que son arma de doble filo. Humberto Eco decía que se daba la palabra a un sinnúmero de personas no capacitadas, aunque él usa otro término, ¿no? Yo creo, sin embargo, que es un excelente espacio de asimilación de tolerancia porque das a conocer tus criterios, conoces criterios en contra que pueden no ser los tuyos y tú debes tener, en el marco de ser periodista y una persona ligada a los medios, una línea de respeto y templanza personal.

LG: ¿Cómo te desenchufas de tu rutina?

G: Es algo que no puedo hacer (sonríe), generalmente el trabajo es en las 24 horas. Mi esposa es también periodista y la rutina es la misma. Vemos las noticias, analizamos lo bueno y lo malo de la jornada y es difícil salir de esa dinámica. En el momento que nos toque salir, creo que va a ser doloroso.

LG: ¿Qué cosa nunca perdonarías?

G: Me cuesta perdonar las deslealtades porque soy una persona que confía. Eso no lo tolero ni en mi trabajo y mucho menos en el ámbito personal.

LG: ¿Cuál ha sido el día más triste de tu vida?

G: Yo pondría el día más difícil de mi vida, tenía que ser sacerdote cuando estaba en la FIDES, era jesuita todavía y el día más difícil fue dejar la Compañía de Jesús.

LG: ¿Qué haces cuando reniegas?

G: Me voy a mi espacio personal a revisar libros, me pongo a leer y me tranquilizo.

LG: ¿Cuáles son los defectos que te molestan de los demás?

G: La intransigencia, la falta de compromiso y la poca solidaridad con las personas que no son capaces de enseñar lo que saben a las personas que están empezando.

LG: ¿Cuál es el mejor consejo que recibiste?

G: En periodismo, por ejemplo, que nunca debía decir que no podía hacer algo, siempre había que esforzarse por conseguir una nota o un producto.

LG: ¿Cuál fue tu derrota más grande y qué aprendiste de ella?

G: No identifico en mi vida una derrota, en realidad lo que trato de hacer es ponerme nuevas metas en cada momento y eso minimiza en alguna forma la derrota. No me puedo quejar de algún fracaso. El momento en que tomé alguna decisión fue en pleno uso de mis facultades, aunque haya sido difícil.

LG: ¿Qué poderes mágicos te gustaría tener?

G: Me obstino mucho por la justicia y si tuviera un poder mágico sería hacer que las cosas sean más justas.

LG: ¿Cómo te gustaría que te recuerden?

G: Como una persona que ha aportado a la sociedad, que ha entregado su tiempo a su vocación, más allá de los errores que pueda tener.

LG: Si tendrías que ser otro periodista, ¿quién serías?

G: Huyyy… complicado, es una pregunta difícil de responder porque en el medio conocemos muy bien a los colegas y sabemos sus fortalezas y debilidades. Pero siempre he admirado la capacidad del padre Pérez en materia de conocimiento, me gusta la agudeza de Amalia Pando, aunque no estoy de acuerdo con todas sus posiciones, y desde chiquito veía los programas de Carlos D. Mesa como “De cerca” y “Al pan pan, al vino vino” con Toto Salcedo, y creo que ha inspirado a muchos de la Tv.

EN POCAS PALABRAS

Tu hijo: Refleja mis creencias, mi fe.
Radio Láser: Las primeras armas.
Fides: Espacio para conocer a grandes personalidades
Cadena A: Ahí he conseguido mis primeros logros.
Sacerdocio: La parte estructural de mi formación.
Abya Yala: Me está enseñando a madurar.

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