IVÁN CORNEJO: “Duermo mejor cuando mi esposa me abraza”

Soy Iván Cornejo Salazar. Nací en Potosí el 2 de noviembre de 1974. Soy comunicador empírico y estoy casado con Yáscara Miriam Josett Pórcel Marañón. Tengo dos hijos: Julián, que tiene 12 años, y Miranda, que está a punto de cumplir 7. Soy hincha del Tigre campeón. Tengo 1.78 metros de estatura con 85 kilos de peso. Hoy estoy dentro de las artes comunicacionales (es conductor de los programas Con Todo Respeto, en

LG. ¿Cuál es tu mayor tesoro?

I: Mi familia, aunque suene a cliché, considero que el logro más importante del hombre o de la mujer no es su carrera, sino su familia.

LG: Si volvieras a nacer, ¿qué cambiarías de tu vida?

I: Controlar un poquito los vicios que mucho daño me hicieron en los años neurálgicos de mi juventud, que me hicieron cometer errores garrafales, vicios como el tabaco, el alcohol, ahora menos mal es totalmente distinto.

LG: Físicamente, ¿cambiarías algo?

I: Sí, siempre me sentí tentado para cambiar mis orejas, las tengo medio pronunciadas (sonríe), pero me doy cuenta que es una particularidad de cada uno. Quizá el estado físico no es el que yo quisiera, me gustaría tener un poco esos hábitos de cultura del cuerpo para bajar la “guata” y todo aquello, me parece que eso sí cambiaria.

LG: ¿Cuál es tu mayor fortaleza?

I: Soy un tipo tremendamente optimista ante cualquier adversidad y eso me hace vibrar de una manera distinta y al cambiar mi actitud evidentemente cambio la energía de mi entorno.

LG: ¿Cuál es tu mayor debilidad?

I: Son tantas debilidades que tengo, que diría que soy un tanto sensible a las críticas frontales. Y es una debilidad más para un comunicador que está sujeto a la crítica. Imagínate un comunicador de mi estilo, teniendo más o menos mi línea, tener esa debilidad, es tremendo porque soy blanco de críticas desde siempre.

LG: ¿Qué es lo mejor que han dicho de ti?

I: Creo que la gente piensa, y qué bueno que lo haga, que soy un comunicador honesto.

LG: ¿Y lo peor?

I: Que soy pura careta, piensan que lo que soy en realidad lo invento y que no soy lo que propongo al aire.

LG: ¿Tienes alguna manía antes de o para dormir?

I: Ninguna, pero déjame pensar, tal vez sí, duermo mejor cuando mi esposa me abraza, me hace la clásica cucharita (sonríe), no siempre se lo pido, pero cuando lo hace y me abraza he descubierto que duermo más rápido, es decir más cómodo, como que cobijado, contenido.

LG: ¿En qué piensas cuando despiertas?

I: Soy de pensar mucho en un nuevo día, en una nueva aventura. Pienso que al despertar cada mañana es como nacer de nuevo, entonces es una oportunidad que te da la vida con la salida del sol, de plantearte otra vez quién eres, a dónde vas.

LG: ¿Eres parte de las redes sociales? ¿Qué opinas de ellas?

I: Yo antes tenía un concepto totalmente contrario a las redes sociales, pero entiendo que donde no hay solución no hay problema, así que creo que hay que aprender a lidiar con ellas porque es la comunicación que se va a imponer de ahora en más, no hay de otra. Entonces no hay que pelearnos contra las redes sociales, hay que aprender a vivir con ellas.

LG ¿Cómo te desenchufas de la rutina?

I: Apago los teléfonos, tengo 2, uno personal y otro corporativo, el primero que apago, tipo 6 de la tarde, es el corporativo, lo apago por completo, y el personal como a las 7:30 u 8:00, es como una simbología poderosa que me hace desconectarme de todo.

LG: ¿Qué cosa nunca perdonarías?

I: Depende en que ámbito, ¿no?, creo que no hay nada imperdonable en esta vida, nada, pero creo que lo más difícil de perdonar es el daño a mis hijos, a mi familia.

LG: ¿Qué haces cuando reniegas?

I: Me desahogo, a veces reniego tanto que el deshago es el llanto, lloro en soledad, pero lloro.

LG: ¿Cuáles son los defectos que te molestan de los demás?

I: Las caretas, aunque son necesarias. Me he vuelto muy hábil para detectar caretas, entonces detecto una, me molesta y digo: “Por qué tiene que utilizar esa careta conmigo”, se supone que no tiene confianza y si no la tiene es porque no le estoy reflejando esa confianza. Al renegar por él, también reniego por mí porque yo soy el que no le está quizá reflejando ese sentimiento y por eso está utilizando esa careta conmigo.

LG: ¿Cuál fue tu derrota más grande y qué aprendiste de ella?

I: Sucumbir a los vicios callejeros desde muy joven, pero de esa peor derrota he sacado lecciones importantísimas de mi vida también. Entonces creo en quienes dicen que las derrotas te enseñan más que las victorias, porque he aprendido mucho.

LG: ¿Eres aventurero o conservador?

I: Aunque no se pueda creer, soy conservador en muchas líneas en mi vida, pero también creo que hay una parte rebelde en mí y que me hace buscar aventuras en el ámbito comunicacional más que todo.

LG: ¿Cuál ha sido el día más triste de tu vida?

I: Cuando murió mi padre, murió el 4 de octubre de 1993, fue un día de mucho miedo, de mucha tristeza, porque la muerte de tu padre te hace pensar muchísimo en que ya no eres más hijo, ya eres un hombre.

LG: ¿Qué poderes te gustaría tener?

I: Un poder que proporcione niveles de autoestima a la gente, sin llegar a la soberbia, con eso cambiaríamos muchísimo el mundo.

LG: ¿Cuál es el mejor consejo que recibiste?

I: “Rico no es aquel que más tiene sino el que menos necesita”, me dijeron alguna vez.

LG: ¿Qué quisieras hacer antes de morirte?

I: No pido mucho, un año antes de morirme me gustaría volver a vivir en mi querido barrio de la calle La Paz en Potosí.

LG: ¿Cómo te gustaría que te recuerden?

I: Como un buen padre que supo legar a su próxima generación valores importantes y de eso ojalá mis hijos se encarguen.

LG: Si tendrías que ser otro conductor de la TV o la radio, ¿quién serías?

I: Estuve tentado con muchos nombres en los últimos 10 años, pero me encanta el sentido del humor hilarante, esa incisividad hasta a veces ofensiva, pero de cualquier manera súper original de Conán.

En pocas PALABRAS

Teatro: Un hermoso pasatiempo en mi vida.

Del cielo al infierno: Un ciclo importante de mi carrera televisiva.

Pedro García: Un buen conductor que peca de mucho ego.

Cara y Cruz: Consecuencia de lo anterior.

Milena Fernández: Víctima de una idiosincrasia equivocada del quirquincho.

PAT: Una gran oportunidad para mí.

Yáscara Pórcel: Mi vida.