Sube la cantidad de piquetes de huelga de hambre en siete departamentos del país y crece la tensión entre los trabajadores de la prensa y el Gobierno. Mientras unos asumieron el desafío de defender la libertad de expresión, los otros continuaron la aprobación de la ley antirracismo sin modificar los cuestionados artículos 16 y 23.
El secretario general de la Confederación Sindical de Trabajadores de la Prensa, Pablo Zenteno, confirmó ayer que el número de huelguistas superó los 60 en los piquetes instalados en El Alto, La Paz, Oruro, Potosí, Santa Cruz, Sucre y Tarija.
En La Paz, la huelga comenzó el miércoles con seis personas, pero ayer se sumaron cinco ejecutivos de la Confederación y de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia.
En Oruro, trabajadores de la prensa participaron en una marcha de protesta e instalaron un piquete de huelga de hambre en el centro de la ciudad.
Similar medida de presión asumieron cuatro periodistas de El Alto en la sala de prensa de la Alcaldía Quemada. Leopoldo Ibarra, representante de los periodistas de El Alto, no descartó que en las siguientes horas más trabajadores de la prensa se les sumen.
Los ejecutivos del Comité Nacional de Indígenas y Originarios, el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu y la Federación de Juntas Vecinales llegaron ayer a la sede de los huelguistas para expresarles su apoyo.
En Sucre, el secretario general de los trabajadores de la prensa de Chuquisaca, Carlos Tórrez, dio cuenta de que los periodistas instalaron un piquete de huelga de hambre en la plaza 25 de Mayo.
En Potosí, antes del mediodía, se realizó una masiva marcha de trabajadores de la prensa y, por la tarde, se instaló un piquete de ayuno.
En Santa Cruz, una ruidosa marcha de los trabajadores y ejecutivos de El Deber marcó la jornada de protesta. Centenares de personas recorrieron las calles del centro de la ciudad portando pancartas y letreros. Diez personas, entre ellas dos periodistas de El Deber, permanecen en huelga de hambre.
En Trinidad, debido a la festividad de la Virgen de Loreto, no se ejecutó ninguna medida; sin embargo, la Federación de la Prensa convocó una asamblea extraordinaria.
En Montero hubo una vigilia y Riberalta emitió un pronunciamiento.
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