Los nombres de personajes de los antiguos informativos de televisión eran muy formales, pero los periodistas deportivos llegaron a la ‘tele’, con algunos apodos onomatopéyicos, como el de ‘Toto’ Arévalo, el del ‘Turco’ Berdeja, basado en nacionalidades, o el de ‘Papi’ (Fernando) Nürnberg, inspirado en un personaje paternal.
José Alberto Gonzáles saltó a la fama con un apodo ligado al color de su piel, por eso lo conocen como ‘Gringo’, desde sus primeros pasos en los noticiarios de ATB y de Red Uno.
Unitel posicionó eslóganes ligados a algunas de sus estrellas, como Angélica Mérida, que es ‘La que lo sabe todo’; Fermín Zabala, ‘El número uno en deportes’; a pesar de que por sus acciones le impusieron el apodo de ‘¿Puedo tocar?’ y, años después, el reportero Juan Carlos Calvimontes alcanzó popularidad como ‘El cazador urbano’.
Quizá el apodo más famoso del ambiente social cruceño sea el de ‘Gordo’ (Javier) Vargas, más por lo afectivo que por lo físico, aunque por un tiempo le decían ‘El rey de la primicias’. El Mañanero bautizó a Guill Maby Díaz como ‘La embajadora de los barrios’, por su cercanía de sus notas y reportes desde unidades móviles en barrios alejados.
En PAT, Marco Antelo, en complicidad con Jorge Robles, ha forzado el apodo de ‘Bombón asesino’ (original de Ninel Conde) a Jéssica Suárez que, al escuchar, hace sus poses sexis.
Cada día la televisión informativa se hace informal y coloquial, por eso en este escenario tienen funcionalidad los apodos
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