El presidente de la Asociación Nacional de la Prensa en Bolivia (ANPB), Ronald Grebbe, pidió garantías a partir del Ejecutivo para que los medios de comunicación puedan realizar su trabajo durante eventos y sucesos relacionados con organizaciones afines al oficialismo. En tanto, el dirigente de este sector, Gumercindo Pradel respondió con soberbia a esta casa periodística ante la consulta acerca del hecho ocurrido.
“Simplemente debiéramos exigir que se cambie ese entorno de terror en que están trabajando los periodistas, porque no solamente se vulnera la libertad de expresión, si no también se está creando una atmósfera de total agresión contra los periodistas”, dijo Grebbe.
Por otro lado, Grebbe afirmó que la organización no exigirá al Ejecutivo investigación alguna al respecto, ya que las acciones legales que presuntamente inicia el Gobierno no tienen avances significativos.
“Nuevamente hemos tenido que soportar una agresión terrible en contra de nuestro sector, lamentablemente cada vez se hacen más recurrentes este tipo de manifestaciones en contra de nuestro trabajo por sectores oficialistas. Lo grave es que esta vez fueron cuatro periodistas impedidos de realizar su trabajo a pedradas, tres de los cuales ahora están impedidos y deben ser intervenidos quirúrgicamente”, añadió.
COMUNICADO
Por su parte, la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), en un comunicado emitido este martes, condenó las agresiones que sufrieron trabajadores de distintos medios de comunicación cuando realizaban la cobertura del arribo de la marcha del Consejo Indígena del Sur (Conisur) a la Plaza Murillo el pasado lunes.
“La APLP se solidariza con los compañeros agredidos y demanda el resarcimiento correspondiente a favor de las víctimas que sufrieron estos atropellos, además de la identificación de los agresores”, señala el documento.
La reportera de la red televisiva Gigavisión, Helga Velasco; los camarógrafos de Fides TV, Alejandro Estívariz; de Bolivisión, Carlos?Saavedra y el reportero gráfico de La Razón, Miguel?Carrasco, fueron víctimas de pedradas lanzadas por los manifestantes.
INDIFERENCIA
A su turno, asambleístas del MAS aseguran que existió una “campaña mediática” desde emisoras y radioemisoras en favor de la VIII marcha indígena que defendió el TIPNIS.
“Aún continúa la discriminación de algunos medios de comunicación, han hecho mala campaña, han satanizado. Si ha habido agresiones debió ser la rabia de tanta marginación. Ustedes han visto como la marcha anterior no tenía ninguna autoridad y como los medios han dado toda la cobertura”, dijo la senadora Sonia Guardia.
Por otro lado, el principal dirigente del Conisur, Gumercindo Pradel, respondió con soberbia a esta casa periodística, ante la consulta sobre quién se haría responsable por las secuelas físicas en policías y periodistas tras la jornada violenta de este lunes.
“No sé” se limitó a decir, encogiendo los hombros. El mismo lunes en la noche, durante la reunión de caciques con el mandatario Evo Morales, otro representante de los comunarios del Conisur aseguró que ello no agredieron a ninguna persona. “Que quede claro, que nosotros no agredimos a ningún periodista, porque después los medios van a decir que hubo agresión”, sostuvo.
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