A pesar de que, desde la Transición, los españoles se habían familiarizado con el destape en el cine, nuestra televisión no se atrevió a hablar abiertamente de sexo hasta 1990. Entonces, un genio de la pequeña pantalla, Chicho Ibáñez Serrador, contó con el apoyo de los responsables de TVE para poner en antena el primer programa de información sexual en la historia de la tele española: Hablemos de sexo.
Tal era el tabú que reinaba entonces que, incluso para su presentadora, Elena Ochoa, a la que Ibáñez Serrador definió como «el ser de mayor ignorancia en materia sexual», era todo un desafío hablar de ciertos conceptos ante la cámara. De hecho la propia doctora ensayaba en su casa repitiendo una y otra vez palabras como pene o coito para después poder decírselas sin ruborizarse a los espectadores. Los españoles empezaban a escuchar por primera vez en televisión expresiones como eyaculación precoz, apatía sexual, relaciones prematrimoniales, orgasmo...
Después llegaríanEsta noche, sexo, con Isabel Gemio, en Antena 3;Luz roja, nuevamente con Elena Ochoa, o Me lo dices o me lo cuentas y Dos rombos, con Lorena Berdún. Poco a poco, los tópicos sobre las relaciones íntimas se iban rompiendo en nuestra televisión. El sexo dejaba de ser un tema tabú para los españoles, como así había deseado el propio Ibáñez Serrador años atrás.
«¿El éxito? Hablar de un tema que a todo el mundo le gusta y del que no se hablaba abiertamente en televisión y hacerlo con naturalidad y rigor. Eran programas muy frescos, abiertos, que hablaban de sexualidad con mucho respeto y, si me permites la expresión, cierta inocencia, dentro de que el tema no es precisamente inocente... Pero se hacía con mucho cariño, de forma sencilla y suave, digamos», explica la presentadora, locutora y actriz, Lorena Berdún, que recuerda como hace unas semanas un chico le paró por la calle y le dijo que «tú me has hecho mejor persona».
Eran programas, además, en los que no existía ningún tipo de censura. «Creo que la clave fue ésa, que me dejaran trabajar libremente. Tuvimos nuestras bronquillas con los jefes, claro: 'Esto así no, no digas esa palabra'. Pero yo fui muy insistente con que confiaran en mí y lo hicieron», añade Berdún, que actualmente cuenta con un consultorio sexual radiofónico en Las mañanas de KISS.
Dos rombos duraría en antena sólo dos años, exactamente hasta el 30 de junio de 2005. Desde entonces, el sexo está desaparecido de nuestra televisión (menos en la ficción, donde cada vez es más abundante). Sólo ha habido dos excepciones y en formatos muy distintos:Todos ahhh 100ySex Academy. El primero, que se emitió en la Sexta entre 2006 y 2009, era un espacio presentando por Josep Tomàs que incluía gags de humor sobre los tópicos del sexo. El segundo, emitido en Cuatro en 2012, era un formato en el que la sexóloga Marian Frías ayudaba a cinco parejas a superar sus problemas en la cama.
Pero,¿a qué es debido esta carencia sexual en televisión?¿Es posible la vuelta de alguno de estos formatos? «Rotundamente, no», contesta Mariano Blanco, director de programas de Cuatro. «En la televisión probablemente nos movemos por tendencias y también por modas y sensaciones. Y muchas veces tienes la sensación, como en el caso del sexo, de que en esta época le enseñas pocas cosas a la audiencia. Si escarbamos, la gente seguro tendrá los mismos problemas sexuales que hace unos años. Y si nos pusiéramos a trabajar, estaríamos transitando por los mismos territorios que han transitado los programas que abordaban la sexualidad en el pasado».
«El acceso a internet se ha multiplicado y con ello la difusión de todo tipo de contenidos eróticos o sexuales a través de la red, por lo que el género ha perdido cierta exclusividad en la televisión con respecto a décadas anteriores. Por no hablar del cambio social, que hace que determinados contenidos no despierten las mismas curiosidades de antaño», explica por su parte el director de la Sexta, Mario López.
El directivo también lo aduce a cuestiones presupuestarias. «Ha habido una desinversión enlate night durante los últimos años en todas las televisiones, siendo esa la franja horaria ideal para este tipo de programas (por perfil de consumo, calificación de edad, etc... ). En nuestro caso, cuando nos ha resultado presupuestariamente emitir programación original en el late night, hemos incluido el sexo como sección (En El último mono, con Manu Sánchez y Valerie Tasso).
«Yo he presentado ideas a las teles, pero no ha habido interés. Las razones que me han dado no tenían mucho fundamento. Creo que cuando está de moda un determinado formato, casi todo lo que se quiere emitir tiene que girar en torno a eso y no parece que sea el momento del sexo», explica por su parte Berdún, que acaba de presentar un piloto a una cadena autonómica. «Ha gustado, pero tengo que ser cautelosa porque nunca se sabe. Igual la cosa empieza a apetecer de nuevo».
En este sentido, Borja Rodríguez, el psicólogo y terapeuta que ayudaba en materia sexual a los participantes en el programa deco aching para parejas de Cuatro Mejor llama a Pilar, admite que «todavía quedan tabúes por romper. En España aún hay miedo a hablar de sexo socialmente. De hecho en consulta te encuentras con parejas que hasta que no cogen confianza, no te confiesan que tienen un problema sexual».
Por ello, Rodríguez cree que el mejor programa para hablar de sexo en televisión sería uno «a nivel plurisexual. Trabajar todas las facetas de la erótica: a nivel de educación, de prácticas, de quitarse miedos y frustraciones, parejas heterosexuales o gays, el poliamor, la bisexualidad... Hay que desmitificar ese miedo a la sexualidad. Y en ese sentido se puede utilizar la televisión en su vertiente más divulgativa. Nos falta mucha educación del placer, de disfrutar».
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