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jueves, mayo 14, 2020

Masistas y afines dirigían impresos que captaban abundante publicidad estatal

Masistas y afines al partido azul dirigían o lideraban periódicos que captaban abundante publicidad estatal. Tras la caída de Evo Morales, varios impresos dejaron de circular, otros se difunden sólo en su versión digital.

Página Siete difundió el martes la investigación que realizó el Ministerio de Comunicación sobre los recursos que se desaron a la pauta publicitaria en medios impresos durante los tres últimos años de Gobierno de Evo Morales (2017, 2018 y 2019).

En ese lapso de tiempo, el semanario La Época, del exministro de Gobierno Hugo Moldiz, recibió 1,9 millones de bolivianos. En la actualidad, Moldiz está asilado en la residencia de la embajada de México, y acaba de escribir el libro: Golpe de estado en Bolivia, la soledad de Evo Morales.

El Libertador, un impreso lanzado por el exgobernador de Chuquisaca Esteban Urquizu, recibió más de 2 millones de bolivianos en publicidad. En mayo de 2016, cuando el impreso se presentó en Sucre, Urquizó afirmó: “Si tenemos errores ayúdennos proponiendo ideas, con una crítica constructiva”.

El semanario Kawsachun Coca recibió cerca de 1,4 millones de bolivianos en pauta publicitaria. Ese medio es considerado el brazo impreso de la radio que lleva el mismo nombre y que es propiedad de los de los cocaleros del Chapare, cuyo líder es Morales.

Otro caso que se considera que está en esa línea es el de Prensa Rural, un semanario que estuvo vinculado a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), una de las organizaciones base del partido azul. Accedió a una pauta de 2,2 millones de bolivianos, según los datos del ministerio de Comunicación.

Su director, José Aramayo, en contacto con este medio negó que haya afinidad del rotativo con el MAS, aunque reconoció “un acuerdo” con la Csutcb.

“Prensa rural es un semanario de una empresa privada, no es un medio estatal. No tenemos ninguna afinidad con el MAS”, sostuvo Aramayo. “Teníamos un acuerdo para trabajar (con la Csutcb), porque nuestro medio va directamente al área rural y obviamente los campesinos se beneficiaban con nuestras publicaciones al cubrir nosotros las notas de la problemática y los logros que tenía el campesinado en Bolivia”, agregó.

En esa línea también se considera que están los periódicos El Mamoré de Trinidad, El Progreso de Pando y El Norte al Día de Riberalta, que estuvieron capitaneados desde La Paz por Marco Antonio Santiváñez. Entre estos tres suman más de dos millones de bolivianos en pauta publicitaria en los tres últimos años de Gobierno de Morales.

Una fuente contó que los tres rotativos se encargaban de cubrir las noticias locales y oficiales de esas regiones, y que los impresos tenían “eso sí” un alto grado de calidad en papel, diagramado y en lo referido a las fotografías. En un cable difundido el 3 de marzo de 2017, Santiváñez declaró a ANF: “soy afín al proceso de cambio”.

Página Siete llamó al periodista en busca de su contraparte. “Voy a ser claro y directo. No estoy queriendo entrar en confrontaciones. Que la señora Ministra saque todo lo que tiene que sacar y recién veré con mi abogado más qué camino vamos a tomar”, aseguró Santiváñez.

Otro caso es el Nuestra Voz de Potosí, que era producido por gente afín al MAS vinculada a la Gobernación del partido azul. Es más, fue lanzado durante la gestión del exgobernador Juan Carlos Cejas. Ese impreso tuvo una publicidad estatal de más de dos millones de bolivianos.

En 2017 nació la Asociación de Medios Alternativos de Bolivia, fundada por medios considerados “afines” al partido azul.

Entre los asociados estaban El Progreso de Pando, El Chuquisaqueño, Los Andes de El Alto, El Norte al Día de Riberalta, El Mamoré de Trinidad y Kawsachun Coca. Según el ministerio de Comunicación, la pauta de Los Andes fue de dos millones de bolivianos en los tres últimos años de Gobierno de Morales, y la del Chuquisaqueño 702 mil bolivianos.

En el MAS indicaron que el Gobierno, con la difusión de los datos, busca desviar la atención de la gente, ante los recientes denuncias como las de YPFB.

“Todo eso quieren desviar: es una cortina de humo. Tienen una intencionalidad política, de desviar la atención de los actos y hechos de corrupción, robo y asalto al Estado”, afirmó el diputado Franklin Flores.

En tanto que en Demócratas, fuerza que integra la alianza Juntos, ven corrupción. “Debe investigarse. Se utilizaron los recursos de forma discrecional, con una serie de irregularidades porque hay parámegtros para contratar medios”, dijo el diputado Gonzalo Barrientos.


Punto de vista

Franklin Flores Diputado del MAS
“Se quiere desviar la atención”

Todos estos datos tienen una intencionalidad política, de desviar la atención de los actos y hechos de corrupción, robo y asalto al Estado.

La gente en este momento está pensando en cuánto se lo han llevado los de YPFB, cuánto se lo han llevado los de Entel, qué problemas tiene BoA, qué están haciendo con el dinero. Todo eso quieren desviar: es una cortina de humo.

Le recomiendo al Gobierno que haga su trabajo, que se concentre en objetivos concretos. Es un Gobierno transitorio y su misión es convocar elecciones, y por otro lado, debe enfrentar esta pandemia sin improvisaciones.

Punto de vista
Tomas Monasterio Diputado de Demócratas

“Solicitamos un informe”

Es la evidencia de un acto y un hecho de corrupción, dado que el tema de la publicidad debe ser evaluado en función al nivel de alcance, de rating y el nivel de influencia.

Hemos visto un tema muy desproporcional. Por ejemplo, un periódico muy importante de circulación nacional tenía menos pauta que un pasquín no informativo direccionado políticamente con fines de adoctrinamiento como Kawsachun Coca que gozaban de millonarios contratos.

Estamos haciendo una solicitud de un informe para que se nos detalle el nombre de los propietarios de cada uno de estos “medios”.

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