Como trabajador del periódico La Prensa no tenemos nada que festejar debido a los recortes salariales, el recorte de personal, la falta de cobertura médica y un permanente incremento de los precios de los principales alimentos que consumimos.
A esto se suma que el Ministerio de Trabajo no puede asumir medidas coercitivas para obligar a los empresarios a cumplir las mínimas disposiciones laborales y, como en anteriores gobiernos, todo se ventila en una justicia cada vez más cuestionada.
El crecimiento económico, del que tanto hablan, no llega a nuestros bolsillos y los incrementos salariales son recuperados por los empresarios con alzas del precio de sus productos.
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