Parecía que al igual que sus libros y sus investigaciones, el orureño Luis Ramiro Beltrán, una eminencia en la comunicación social permanecía inmortal en el tiempo, pero su vertiginoso y prolífico paso por la vida hecha letras para él, llegó a su fin ayer por la madrugada.
Sin embargo, el legado del comunicólogo, periodista, escritor y guionista, que falleció en el hospital Arco Iris de la ciudad de La Paz, por una infección en los pulmones, perdurará en beneficio tanto de estudiantes en comunicación social, como de intelectuales ávidos de empaparse de conceptos, producto de investigaciones reflexivas.
Precoz desde niño, pues a los 12 años de edad ingresó como periodista al subdecano de la prensa nacional LA PATRIA, luego con solo 16 años se convirtió en el jefe de redacción más joven, también fue fundador de la Escuela Crítica Latinoamericana, desarrollando tópicos como la denominada "democratización de la comunicación" como una nueva corriente en contraposición a la teoría funcionalista norteamericana, además de hacer énfasis en comunicación para el desarrollo.
Por sus venas corría tinta, pues perteneció a una familia de periodistas, Luis Ramiro Beltrán que nació en 1930 en la Capital del Folklore de Bolivia, recorrió por importantes medios de comunicación luego de su inicio en LA PATRIA, como "La Razón" de La Paz, fue fundador y director del semanario humorístico "Momento", así como su labor en Radio "El Cóndor" de Oruro.También trabajó en otras áreas de la comunicación social, como las relaciones públicas, propaganda política y publicidad comercial.
El incansable Beltrán, experimentó en otros espacios donde también prima la comunicación, de hecho fue el primer guionista profesional del cine nacional, habiendo escrito a mediados de 1953 para el director Jorge Ruíz "Vuelve Sebastiana", testimonio de la cultura chipaya, considerado el principal documental boliviano y un clásico del cine latinoamericano, ganador de varios premios en el país y en el exterior.
Obtuvo en 1970 el doctorado en comunicación y sociología en la Universidad del Estado de Michigan, de la que sería designado "Ex-Alumno Sobresaliente" diez años después. En 1984 le confirieron el doctorado "Honoris Causa" la Universidad Católica Boliviana y la Universidad Técnica de Oruro (UTO).
Dicen que los reconocimientos se los debe hacer en vida, y el comunicólogo Beltrán recibió distinciones locales, nacionales e internacionales, por una serie de logros, de los que destaca el Premio Mundial de Comunicación McLuhan en 1983. También fue galardonado con la Orden del Cóndor de los Andes; en 1997 recibió el Premio Nacional de Periodismo de Bolivia y el 2007 obtuvo un reconocimiento de parte de la Alaic (Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación).
Autor de varios libros técnicos y de numerosos artículos científicos de su especialidad, fue catedrático visitante en las universidades norteamericanas de Michigan, Stanford y Ohio, asesor gubernamental y consultor de diversas entidades en varios países. En la Universidad Católica Boliviana se creó la cátedra "Beltrán", a través de la cual se imparten conocimientos que en su vida acuñó.
Luis Ramiro Beltrán, al margen de ser apreciado como uno de los teóricos de la comunicación más importantes e influyentes, en Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá, es también considerado como una especie de imagen a seguir por los comunicadores bolivianos y sobre todo orureños que buscan trajinar por su ahora efímero camino de trabajo duro, persistente y metódico.
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