El Gobierno sabrá observar "cuando haya una mentira, falsedad o personas que simplemente hacen campaña política" dijo enfáticamente Álvaro García Linera, el pasado 10 de agosto. Bajo esa lógica, de manera contundente y sutil, el gobierno de Evo Morales, durante los últimos 9 años en el poder, ha desarrollado la tarea de copar y controlar medios de comunicación, incluso al extremo de poner en serio cuestionamiento la libertad de prensa y de expresión.
Según analistas, comunicadores y periodistas, esa acción responde a un plan estratégico político y el ámbito de comunicaciones es de "primerísima importancia" para el control hegemónico del poder del Estado. "Es una estrategia política bien pensada, que tiene varios basamentos. Y uno de esos es el tema comunicacional, que es fundamental. Todo esto no obedece a una reacción inmediata, al calor de una respuesta o a la coyuntura, sino a una estrategia integral. Por eso, los medios son tan dramáticamente importantes en la consolidación de su proyecto político", puntualiza Mario Cañipa, experto de Comunicación Estratégica.
En cambio, para Rafael Archondo, director de la Agencia de Noticias Fides(ANF), la capacidad del Gobierno para incidir en el mensaje mediático se ha multiplicado. "Indiscutible este Gobierno tiene siete veces más ingresos, lo que efectivamente le permite premiar o castigar a los medios a través del uso de esos recursos en la difusión de la publicidad estatal", apuntó.
En una posición diferente. A diferencia de lo que ocurre en Venezuela o Ecuador donde se registran cierres sistemáticos de medios de comunicación, críticos a sus respectivos gobiernos; en nuestro país los mecanismos utilizados si bien son menos coercitivos pero son incesantes con todo aquel crítico o contrario a la postura ideológica y material del manejo de la cosa pública del gobierno de Morales.
Según Raúl Peñaranda, periodista y autor del libro "Control Remoto", el mecanismo de copar medios en los últimos años fue la compra de los privados mediante empresarios amigos o instalarlos directamente con fuertes inversiones estatales.
Entre esas acciones se destaca la compra de las redes de telelevisión nacionales como ATB y PAT, los canales regionales Full TV y Abya Yala y el diario La Razón, a los que dicha investigación define como medios "paraestatales".
"Se han utilizado dos mecanismos, la compra directa vía empresarios amigos bajo control de la Vicepresidencia. Y otra gran cantidad de medios de comunicación han sido comprados por el Gobierno por medio de la publicidad estatal. Esos medios al recibir esa publicidad cambian su línea editorial. Y los medios que no cambian su posición editorial son reducidos a no recibir la publlicidad estatal", describió Peñaranda.
Además, contextualizó que para aquellos medios que mantienen firme su contenido editorial, y que además al ser considerados críticos, son objetos de presiones "injustificadas", a través de impuestos nacionales, Ministerio de Trabajo, la Autoridad de Transporte y Telecomunicaciones(ATT), entre otros, con una serie de amenazas y sanciones.
Medios junto al poder. En ese proceso de copar la tenencia y expansión de medios comunicación desde el Estado, en los últimos años, el Estado ha dinamizado con importantes volúmenes de asignación presupuestaria para la compra, equimiento y constitución de nuevos medios masivos con las radios y canales de televisión. Junto al histórico canal 7 (en su momento Televisión Boliviana), hoy Bolivia Tv, se tiene Tv Cultura junto a otras redes subalternas que se encuentran disperos en municipios de poblaciones intermedias. "Los medios de comunicación son definitivamente escenarios e instrumentos de la disputa político e ideológica”, enfatiza Édgar Ramos, periodista.
Datos que describen. Ramos, investigador de "Medios de Comunicación por Municipio. Directorio Nacional", señaló que actualmente es difícil cuantificar de cuántos medios radiales y televisivos existen en el país, pero hace años atrás en todo el territorio nacional se detectó 850 radioemisoras, 194 canales de televisión, 20 diarios y más de 10 agencias de noticias.
En cambio, los estudios de Ramos reflejan que al 2015, la red estatal de radios "Patria Nueva" aglutina alrededor 13 repetidoras; 90 radios de los pueblos originarios (RPO); 10 radios privadas aliadas para noticieros y otros, haciendo un total promedio de 120 radioemisoras en todo el país.
Ante ese panorama, las autoridades estos días han hecho entrever que ya tienen el control del 80% de los medios de comunicación privados del país. García Linera, en contacto con los medios de La Paz, el pasado 10 de agosto confesó que el Estado boliviano contrata publicidad en más de 400 medios de comunicación.
Archondo señala que el Gobierno ha planteado que se ha democratizado la publicidad. También ha dicho, que no entrega propaganda a medios que a su criterio defienden intereses extranjeros y otros medios que hacen una política encubierta. "Eso es muy preocupante, dado que no existe una institución que regule, que pruebe con datos y evidencias esas dos situaciones. Carece de un correlato institucional, lo cual me parece muy grave", argumentó.
Otros analistas apuntan, que en función a ese control, el Gobierno hace un manejo de recursos del Estado, de manera discrecional, cuyo monto en los últimos nueve años creció de $us 10 millones de dólares a $us 116 millones durante el 2014.
Según denuncia hecha pública el pasado viernes por el diputado Wilson Santamaría de Unidad Demócrata (UD), del total del presupuesto ejecutado el 2014, señala que ATB, PAT y Bolivia TV recibieron el 55% de publicidad televisiva que gastaron el Gobierno y entidades estatales. "Esto devela que existe una clara discrecionalidad para asignar los recursos a nivel de publicidad", agregó.
La tarea periodística. El otro aspecto preocupante es la presión y acoso a la tarea periodística. En lo que va del año, el alejamiento de al menos tres líderes de opinión, dos en La Paz y uno en Santa Cruz, han puesto en evidencia que los medios donde cada uno de ellos prestaban sus servicios profesionales, han recibido presiones por temor a que se les retire la publicidad gubernamental.
El caso patético es la abrupta renuncia de la periodista Amalia Pando a la Red Erbol. Ella había advertido presiones y "asfixia económica" desde el Gobierno para ahogar a medios de comunicación críticos. Afirmó que su dimisión buscaba "clemencia del régimen". "Un periodista pierde cuando claudica, cuando ata el zapato al Presidente. Yo no seré capaz de hacer eso", remarcó el pasado jueves en momentos de su despedida de la emisora digital y sus redes afiliadas.
Según Ronald Grebe, presidente de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), señaló que el país vive una situación particular, dado que antes las emisoras estaban en manos privadas, sindicales, entidades educativas religiosas, lo cual actualmente se ha convertido en una concentración de medios estatales y "paraestatales".
"En el caso de Erbol, hace varios meses se le cortó la publicidad estatal, eso claro que es insostenible.
Entonces nos pone en una situación muy particular a diferencia de los gobiernos dictatoriales", señaló.
Grebe instó a que la población tome conciencia del momento que se está viviendo, en su derecho de tener acceso a una información correcta. "La labor del periodista siempre es un riesgo, dado que incomodamos a alguien. Para ello debemos estar siempre preparados para sobrellevar este tipo de contratiempos", finalizó Archondo.
Apuntes
Según algunas cifras del investigador Édgar Ramos
Cadenas de Tv. Las principales cadenas nacionales de televisión en el país son 13: Unitel, ATB, BTV, RUBI (Universidades Públicas), red UNO, Imagen de la vida (cristiano), Gigavisión, Cadena A, Radio Televisión Popular (RTP), Cristo Viene (cristiano), PAT, Bolivisión, Católica TV (católico).
Imprecisión. El Estado carece de datos oficiales consolidados públicamente. En el estudio “Medios de Comunicación por Municipio. Directorio Nacional” (La Paz 2003) detecta 850 radioemisoras, 194 canales de TV, 20 diarios y más de 10 agencias de noticias.
Redes de radio. Se han establecido 16 redes o agrupaciones de radios dispersos en gran parte de los 339 municipios del país. El estudio de Ramos detalla: 1) Grupo Fides con 28; 2) Red Erbol con 67; 3) Red Panamericana con 7 repetidoras; 4) Red Illimani (ahora patria Nueva) con 5 repetidoras; 5) Red RCN (ahora Red RQP) con 14 repetidoras; 6) Red Amazónica con 47 radios; 7) Red Corresponsales Aymaras San Gabriel, con 34 corresposales, en ciudades intermedias y comunidades; 8) Red Quechua K’uichi con 20 radios; 9) Red Chasqui Provincial AREIALP con 30; 10) Red Aymara Erbol con 30; 11) Red del valle Pío XII con 12 emisoras; 12 Red Radios en Acción Pío XII Oruro con 14; 13) Red del Sur ACLO con 7; 15) Red CEPRA con 40; 16) Red Guaraní con 10.
Posición. Cada una de estas radioemisoras, según Ramos responde a una línea y posición política.
Respuesta
Desde la perspectiva del Estado
Interpelación. La ministra de Comunicación, Marianela Paco, aseguró el viernes que su despacho no difunde propaganda sino gestión gubernamental, por lo que denunció que la oposición quiere coartar el derecho de la población a la información con un debate sobre la supuesta restricción a la libertad de expresión. "No hacemos propaganda difundimos información de gestión gubernamental", respondió en el marco de la interpelación de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) planteada contra su autoridad por la oposición.
Justificación. En la ocasión aseguró que el Ministerio de Comunicación difunde información para beneficiar y orientar a la población sobre los bonos sociales y las actividades gubernamentales. "Por tanto tenemos mucho que mostrarle a nuestro país y en políticas sociales tenemos que informar sobre dónde deben cobrar su Renta Dignidad, el bono Juancito Pinto, el bono Juana Azurduy y tenemos que informar", respaldó.
Implacable. Sin embargo, firme y contundente se mostró Álvaro García Linera, vicepresidente del Estado, al referirse que "los medios de comunicación nos pueden decir lo que quieran, lo que les da la gana. Nos pueden decir de manera infundada, incluso. Muchas veces han mentido sobre nosotros y nosotros salimos a sacar la cara para enfrentar ese punto de vista equivocado”, acotó.
Apoyo. La Ministra de Comunicación fue convocada para responder sobre las estrategias que utiliza el Gobierno para distribuir publicidad estatal a los medios de comunicación. Luego de la interpelación, la autoridad por la abrumadora mayoría de la ALP tuvo voto de confianza.
Punto de vista
Max Torrez Garay
Comunicador Social
"Hay muy mala señal para los medios independientes "
"Nunca en la historia de Bolivia hubo un control estatal de estas características, con mecanismos de presión a los medios vía la publicidad, cuya asfixia económica ha puesto en situación difícil a los medios de comunicación, además de un gasto excesivo de propaganda, sin precisar siquiera cuánto se gasta y bajo qué parámetros se asignan esos recursos.
Lo peor de todo ello, hay publicidades innecesarias, como un rap para hablar de carreteras o caporales para el tema de hidrocarburos. Con esos mensajes incoherentes, redundantes se hacen gastos dispendiosos y muy innecesarios.
Otro aspecto preocupante es que se desconocen las licitaciones de las productoras que hacen esos trabajos y menos un mecanismo de medición del impacto que tienen cada una de esas propagandas.
Todo ello contrasta notoriamente con un Estado democrático, donde hay coerción y presión, incluso desde el Gobierno central a los municipios y gobernaciones afines.
En estos sitios también se han acallado a líderes de opinión bajo la misma lógica de presión gubernamental. Hay un cambio de valores y una muy mala señal para la existencia de medios independientes y la libre información al que la población tiene todo el derecho de acceder. Estamos condenados a vivir de ficciones de la realidad. Eso es lamentable".
No hay comentarios:
Publicar un comentario