Explorados ya todos los rincones de la violencia, la televisión por cable de Estados Unidos investiga ahora el sexo, tema que llega a ser la premisa de una nueva y ambiciosa serie de época: Masters of Sex.
Inspirada en la investigación pionera sobre la sexualidad humana dirigida por William Masters y Virginia Johnson a fines de los años 1950, Master of Sex es el ejemplo más evidente de sexo en la pantalla chica.
Pero más allá de eso, la mayoría de los observadores de la industria concuerdan en que las relaciones carnales nunca habían estado tan presentes en la televisión.
Masters of Sex incluye múltiples escenas explícitas de sexo, orgasmos simulados y desnudos, muchos de ellos con la herramienta de investigación preferida del doctor Masters, un vibrador llamado Ulises, que con una pequeña cámara integrada filma el interior de la vagina.
"Ciertamente, la televisión, incluyendo la de canales abiertos, parece mucho más capaz de abordar temas en los cuales no se interesaba anteriormente, y trata el sexo y la violencia de una manera inimaginable hace unos años”, dijo a la AFP Richard Walter, profesor de cine y televisión de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Las exitosas series del canal de cable HBO (Juego de Tronos, Girls, Boardwalk Empire y True Blood), así como las de sus competidores (The Bridge, Spartacus o Da Vinci’s Demons), no escatiman en escenas de sexo con desnudos totales, tanto femeninos como masculinos.
Violencia y sexo
"Cuando usted paga para tener televisión por cable, se puede permitir algunas cosas. Y esas cosas son la violencia, el sexo y los comportamientos indeseables”, dijo David Nevins, presidente del canal pago Showtime, en un encuentro con la Asociación de Críticos de Televisión (TCA).
"Creo que la gente lo mira por la misma razón por la cual nosotros lo producimos: para estar a la vanguardia”, agregó.
Los canales de cable pueden mostrar sexo en la pantalla gracias a que no transmiten a través de las ondas públicas y, por lo tanto, "no están sometidos a las normas que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) establece sobre los contenidos”, explicó Walter.
Tampoco están limitados por las asociaciones de defensa de la familia, como el Parents Television Council, que en 2011 celebró la cancelación -luego de tres episodios- de Playboy Club, una arriesgada serie de época que comenzaba a emitir el canal abierto NBC.
Para Michelle Ashford, creadora de Masters of Sex, estrenada en septiembre pasado en Showtime, la existencia de un programa así prueba la creciente madurez de la industria. La serie "hubiera sido poco probable hace 10 años”, cuando la televisión por cable "todavía estaba en pañales en muchos aspectos”, dijo Ashford a la AFP.
"Estaban Los Soprano y Six Feet Under, y eso era prácticamente todo. Hoy el cable se ha vuelto tan abierto y próspero que cualquier idea que sea buena, del tema que sea, puede encontrar un lugar”, agregó.
Para sorpresa de muchos, Masters of Sex no ha sido objeto de muchas críticas puritanas, al menos en internet o en los medios de comunicación, a pesar de tener escenas bastante crudas. Todo lo contrario: ampliamente elogiada, recibió el premio Critics’ Choice como mejor serie nueva de televisión.
La reciente abundancia de temas vinculados con el sexo se produce después de una seguidilla de series que agotaron el tema de la violencia y los antihéroes. "No creo que se pueda ir mucho más allá de donde llegó Bryan Cranston en Breaking Bad”, dijo Nevins.
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