Entregado a su profesión y familia, así es Víctor Hugo Rojas, periodista de Bolivisión, quien día a día va subiendo peldaños en esta dura y apasionante profesión.
A un paso de titularse como comunicador de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y con casi 7 años de experiencia en el periodismo, hoy conoceremos detrás del micrófono y las pantallas a “Tuchín”.
LG: ¿Porque te dicen “Tuchín”?
T: Viene de mi padre que también se llama Víctor Hugo, a él le decían “Victucho” , a mí “Tuchín”, a mi hermano “Tuchito” y cuando nació mi hijo, que también se llama Víctor Hugo, “Tuchito”, es prácticamente un legado (sonríe).
LG: ¿Resúmenos tu trayectoria?
T: En el 2007 reemplazo a mi amigo Donato Hannover en PAT, empecé de nochero trasnochero, entraba 7 de la noche y salía a las 7 de la mañana. Ahí realizo mis primeras armas y veo el lado oscuro del periodismo y asumo ser parte de este oficio y de esta pasión que llevo. En el 2008 llego a Bolivisión, de igual manera como nochero. Luego pasé a fines de semana y después de lunes a viernes. Hace prácticamente 11 meses me invitan a ser parte de la revista Al Día como presentador de las unidades móviles, me he vuelto múltiple (sonríe). Ha sido una escalada gradual en estos 6 años de trabajo.
LG: ¿Qué es lo gratificante de tu trabajo?
T: Estar en contacto con la gente, fácilmente puedo saludar a un niño lustrabotas y media hora después puedo hablar con el Presidente del Estado. Para mí esto no es un trabajo, es un oficio que lo disfruto, gozo y vivo, es mi pasión, creo que soy un periodista más de carisma.
LG: ¿Recibiste amenazas?
T: Sí, pues el trabajo periodístico es ese (…), pero ha sido un lapso bien especial porque nos ha llegado a fortalecer como familia, luego dejaron de molestar.
LG: ¿Qué te has propuesto?
T: Tengo un mentor que es Víctor Hugo Rosales, mi actual jefe de prensa, de quien he aprendido mucho en lo profesional y personal. Para mí es un ejemplo y en algún momento madurando más en la profesión me gustaría liderar un equipo periodístico, ya sea televisivo, radial, en prensa y con el esfuerzo que pongo a diario creo que estoy construyendo esa ruta.
LG: ¿Has recibido reconocimientos?
T: Sí, de la Alcaldía, la Gobernación y otros concursos periodísticos, pero uno de los reconocimientos que más guardo es de una ciudadana que llegó al canal con una bolsa blanca con mote y tunta, ella había venido de muy lejos y me dijo: “Víctor Hugo esto es para ti, he traído y sírvase por favor con su familia”. Estaba muy contento y le agradezco mucho, creo que ese reconocimiento es mucho más de los que tengo en la sala.
UN COMPROMISO CONTRA LA VIOLENCIA
“De niño fui muy tímido y en la actualidad tengo un compromiso personal y lo hago público, de lucha contra la violencia. Creo que todos hemos vivido algún episodio de violencia, en lo personal lo he tenido y quiero hacer los cambios. Alguien que lo ha vivido sabe lo que no tiene que hacer y alguien que no lo ha vivido, puede decirnos afortunadamente cómo manejarlo”.
UNA LABOR QUE TOCÓ EL CORAZÓN
“Hace 3 años conocí a una niña en el pasillo del Hospital del Niño, en la sala de oncología, pintando uñas, se llamaba Charito, estaba recolectando dinero para salvarse del cáncer. Me sentí muy atraído por esa actitud y decidí ayudarla haciéndole una nota, por la cual la gente colaboró con sus aportes. En el contacto que tuve noté que ella estaba avergonzada y era por su cabellito que estaba toda rapadita; entonces en mi interior, sin hacerlo público, hice un compromiso personal y dejé crecer mi cabello por dos años y medio. Rompí parámetros, era el periodista de colita, pero nadie sabía cuál era el objetivo y llegó el momento cuando adquirió el tamaño necesario (…), me raparon y donar esos 48 cm de cabello fue un reflejo para la gente, de que sí se puede ayudar y no siempre con el tema económico, sino con un granito de arena (…). El apoyo del canal fue fundamental, se ha hecho más de 35 pelucas que fueron repartidas en el eje troncal, se ha despertado una manifestación de la ciudadanía, nos llegaron cabellos de todo el país. Lastimosamente Charito falleció al poco tiempo de hacer la cobertura y brindarle ayuda”.
“LA COCINA ES MI AMBIENTE PERSONAL”
Víctor Hugo Rojas Chávez nació el 9 de agosto de 1983 en La Paz. Hijo de Víctor Hugo Rojas y Rosario Chávez, es el mayor de dos hermanos. “Vengo de una familia muy humilde, trato de llegar a la riqueza pero espiritual, el ser humilde lo aprendí de mi abuelita (+)”, afirma.
Hincha del Tigre y casado con Shirley Machicado, tiene dos niños y una nena (Victoria) que viene en camino. Tuchín confiesa ser renegón, muy jovial, amiguero y le encanta cocinar. “Hago desde comida nacional hasta internacional, siempre trato de sorprender a la visita con algo rico en la casa (sonríe). La cocina es mi ambiente personal, el cocinar es una terapia de desestres”, confiesa.
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