<< Ya me fui de La Batidora >> Marcelo Rojas

Para Marcelo Rojas recientemente se cerró un importante ciclo en su vida profesional, el de la televisión. Desde el lunes pasado ya no está en el programa La Batidora, de la red Unitel, en el que trabajó durante siete años.
- ¿Qué pasó, por qué te vas de la televisión?
- Soy un convencido de que todo en la vida tiene un ciclo, ya sea en lo personal como en lo profesional. Y mi ciclo en la televisión concluyó, y es sin vuelta, no regreso. Cuando doy un paso, lo hago con firmeza y ya me fui de La Batidora.
- ¿Hubo algún motivo especial para aquella determinación?
- Sí, hubo dos buenos motivos. Primero es mi salud. Tengo un problema en mi columna vertebral, por lo que me tendré que someter a una operación, y tendré que estar de tres a cuatro meses en recuperación, y así no podría trabajar en la tele. El segundo motivo es mi profesión de diseñador de moda. Quiero dedicarle más tiempo a ello, atender mi tienda, darle buen servicio a mis clientes y crear con tranquilidad. Cuando estaba en la tele tenía que estar ahí toda la mañana y recién en la tarde me dedicaba a la moda, era muy estresante.
- ¿Te arrepentís de eso?
- No, para nada. La televisión me ha dado muchísimo, me ayudó a crecer como persona, me abrió muchas puertas. Estoy eternamente agradecido con la red Unitel, con sus ejecutivos, con Lucía Scotta, que me dio la oportunidad de ingresar a La Batidora, también estoy agradecido con mis colegas, a quienes voy a extrañar.
- ¿Es un adiós definitivo?
- Es un adiós. No sé si definitivo, porque uno nunca sabe lo que el futuro le depara. A mí me gusta ese trabajo, y quién sabe, tal vez después de algún tiempo, cuando me recupere y descanse, y si hay un programa o un segmento relacionado con la moda, puede ser que vuelva, pero sólo a algo así.
- Sos el pionero en la crítica de moda en la televisión boliviana, ¿tuviste algún problema por decirle a la gente que se vestía mal?
- Sí, muchos, pero nada que me haya hecho retroceder; tampoco fueron problemas serios, simplemente que algunos se enojaban. Y es que ése era el propósito del sector La Tijera, decir quiénes se vestían bien y quiénes no. Tenía el apoyo de la producción, porque lo que hacía era con profesionalismo. Sólo decía qué estaba bien y qué mal, con argumentos, jamás me metí en la vida privada de la gente, porque ése no es el estilo del programa.
- ¿Tuviste problemas con algún colega diseñador?
- Problemas no, pero a algunos no les gustaba que les critique su trabajo, pero después me entendían y hasta me daban la razón.
- ¿Cambió La Batidora desde que se inició en 2002?
- Sí, claro que evolucionó, y así tiene que ser, si no el programa se hubiese vuelto monótono y aburrido, y por ello hay que cambiar. Pasó de ser un programa femenino a uno de entretenimiento.
- ¿Qué te deja la tele?
- Muchos amigos y, sobre todo, la satisfacción de haber podido ser útil a la gente, no sólo de llevar entretenimiento a sus casas, sino de ser un intermediario en actos humanitarios.

¿Quién es él?

Estudió Comunicación Social en la Universidad Nur, tiene una maestría en Marketing Estratégico y en materia de diseño de moda, se considera un autodidacta, pues nunca asistió a una escuela o academia del ramo. Tiene su propio atelier, denominado Mr Moda y es socio de la tienda Alquimia.
Desde 2003 trabajó como presentador en el programa La Batidora, de la red Unitel, siendo un pionero en la crítica de moda en nuestro medio, de lo que se siente muy orgulloso.