— Usted es productor de programas en ATB, ¿cuénteme de su trabajo en este canal de televisión?
— Estoy hace cuatro años en la producción de ATB, hice La mentira gana, un programa para jóvenes. Luego vino el espacio Anoticiando, el ajuste de noticieros y ahora estoy sacando Brujerías, un programa infantil.
— ¿Por qué decidió apostar por un programa para niños?
— Es un viejo anhelo del canal y de mucha gente que ha visto que era necesario confrontar el hecho de que no haya programas infantiles nacionales. La mayoría de las redes más importantes dejaron de hacer programas infantiles, incluyendo ATB. El desafío era hacer algo distinto, acorde con que los niños tienen una percepción mucho más amplia por el cable y la internet. Había que hacer una propuesta más imaginativa y desafiante. Así surgió Brujerías.
— ¿Por qué eligió a una bruja como conductora?
— Uno de los personajes que está presente en toda la historia y la mitología infantil de los cuentos es la bruja. A pesar de que el príncipe o la doncella son los que ganan, la que siempre fascina es la bruja.
— En su trabajo, usted se mostró polifacético: exploró radio, cine y televisión...
— Yo soy comunicador y concibo (la comunicación) como un árbol de ramas distintas, pero con una raíz común que es la creatividad. En ese sentido hice radio, artículos de prensa, publicidad, videos y televisión; pero la raíz es la misma: la creatividad que trato de poner a todo lo que hago. Esta raíz se nutre, en mi caso, de la música. Para diseñar Brujerías escuché Hijo de Luna, de Mecano, por cierto no es mi grupo favorito, pero me dictaba algo, como si fuera un nutriente para la creatividad. Por algo empecé haciendo un programa de música en radio.
— ¿Cuáles fueron sus inicios?
— Cuando era un colegial comencé con un programa de rock en radio Chuquisaca. Gracias a Dios tuve la fortuna de conocer a doña Meche Kúncar, quien era directora de la emisora y en esos años tuvo la osadía de darle permiso a un joven escolar para que tuviera un espacio. Desde muy joven fui seducido por el rock y la música de una manera obsesiva. Entonces, parece que ella se dio cuenta de que ese tipo de personas enfermas son las que transmiten mejor su pasión por la música. Y me dio la oportunidad para hacer radio. Mi programa se llamaba Rockomoción, un nombre de lo más chistoso; me marcó.
— Usted habla con mucho cariño de radio Chuquisaca
— Fue una emisora de la historia de la radiodifusión y fue la CP1, la primera que lanzó el rock en Bolivia, luego lo hicieron otras.
— La música es vital para usted, ¿cuáles son sus grupos favoritos?
— Es siempre una pregunta difícil porque, como decía, esa raíz tiene muchos nutrientes. Le debo la vida a Pink Floyd, The Beatles, pero también a Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez. Cuando he escuchado Radio Head o Bjork también me han devuelto la vida porque sino te quedarías en la nostalgia del pasado.
— Sigue en Radio Deseo, ¿qué pasó con su programa Desnudarte?
— Van a ser siete años con María Galindo en Radio Deseo, ambos dirigimos la radio y éste es un proyecto vital para mí. He tenido que parar Desnudarte un año porque en el canal tenía que encarar Anoticiando, pero en mayo vuelve Desnudarte. La esencia va a ser la misma: darle una mirada a la música desde la historia, la pasión y el compromiso porque me resultaría difícil poner música con la que no me identifico. Si todo va bien, el 4 de mayo volvemos al aire.
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