El año 1952, como muchos otros del siglo pasado, fue convulsivo social y políticamente; sin embargo, para los bolivianos significó el advenimiento de grandes cambios, producto de la llamada Revolución de Abril de 1952.
Pocos meses antes, Mario Vargas Rodríguez –más conocido como Cucho Vargas- había concluido la carrera de abogacía, pero entre sus veleidades tenía calada profundamente la de cantante lírico, lo que lo llevó -junto al maestro Óscar Judice- a fundar el Coro Polifónico Nacional, del cual era solista.
El éxito alcanzado en distintas presentaciones dio lugar a que Eduardo Lalo Lafaye –recordado locutor y presentador de televisión-, por aquel entonces director artístico de Radio Illimani, llamara a Cucho Vargas para que grabara algunas arias de ópera y zarzuelas que fueron del agrado de Lafaye. Luego, al director de la emisora –hoy Radio Patria Nueva- le gustaron tanto, más en vísperas de un partido entre The Strongest y Boca Juniors, que motivaron a Lalo Lafaye a pedirle a Cucho Vargas grabar un relato de prueba que no sería más que la llave que lo convirtió en el más reconocido relator deportivo de Bolivia entre 1952 y 1971.
El director de Radio Illimani –recuerda Cucho Vargas- lo obligó a relatar la primera y segunda etapa de aquel memorable partido entre aurinegros y xeneizes. Casi sin querer, Vargas había destronado a Luis Barriga, por entonces la voz más reconocida y respetada desde las canchas en memorables jornadas de fútbol como la del Sudamericano de 1963.
Han transcurrido 62 años desde aquel primer relato desde una cancha para que Cucho Vargas reciba hoy – a las 10:00 en el salón de actos de la Asociación de Fútbol de La Paz- el Premio Abelardo Reidi, conferido por la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva (AIPS América), a los periodistas que a lo largo de su vida profesional han sido baluartes en el desarrollo del periodismo deportivo.
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