Cinco redes de televisión privada en el país ofrecen a la audiencia principalmente programas importados de entretenimiento (57%) y en menor medida producción nacional (43%), mientras que la televisión estatal “eclipsa sus programas culturales con información gubernamental”, según estudio del Observatorio Nacional de Medios con base en un monitoreo realizado en 2013.
El Observatorio hizo un seguimiento de la programación televisiva de las redes PAT, UNO, ATB, Unitel, Bolivisión y la estatal BTV, en una semana del 3 al 9 de junio en una muestra de 906 programas y más de 923 horas de emisión.
La programación no es homogénea entre las estaciones de televisión, mientras algunos canales como Bolivisión tienen una mayor emisión de programas importados (80%), otros como PAT tienen apenas un 22%. ¿Es decir que se ofrece con mayor regularidad programas enlatados? El responsable del estudio, Bernardo Poma, de Fundación UNIR, explica que la mayor parte de la oferta televisiva sí está formada por enlatados, en el sentido de que es una producción en serie hecha para su distribución en varios países e incluso continentes.
El otro dato es que las redes privadas, en la semana estudiada, difundieron entretenimiento como tendencia general y mayoritariamente, con más de dos tercios (67%) de todos los programas emitidos. En segundo lugar, una quinta parte del número de programas fueron periodísticos (20%). Las telenovelas, seguidas de series, películas y dibujos animados son los principales formatos de la programación de entretenimiento.
La televisión estatal tiene una oferta distinta. Poma dice que, en tiempo de emisión, los programas periodísticos generales, es decir noticiero y revistas informativas, tienen mayor espacio y ocupan un 35% del tiempo, en segundo término el 18% del tiempo de emisión concentra a la información gubernamental y en tercer lugar los programas culturales ocupan un 17% del tiempo.
“No se trata de polarizar entre entretenimiento y programas culturales y educativos, como si fueran dos elementos absolutamente distintos, hay autores que señalan que se puede hacer un entretenimiento con sustancia, una cultura entretenida en la televisión, y entonces (es necesario) plantear formatos que puedan ser atractivos pero al mismo tiempo con contenido cultural y educativo”, dice Poma Ulo. En otras palabras es un desafío para las capacidades instaladas, tanto a nivel técnico como de recursos humanos, de la televisión privada y pública en el país.
El ONADEM desarrolló este primer estudio y acercamiento a la totalidad de programación televisiva, con lo que identificó los dos modelos diferentes que se ofrecen a la audiencia, “dos modelos tan distintos entre sí que sería importante plantearse una tv pública accesible a la población que no necesariamente esté ligada a la injerencia de factores comerciales o políticos y que pueda rescatar todo lo bueno e inédito e innovar en programas distintos”.
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