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viernes, septiembre 07, 2012

José Gramunt, un apasionado por el periodismo

Las puertas de su oficina se abren. Para él es difícil apartar la vista de la pantalla de su computadora, pues el trabajo no espera y el tiempo es valioso en la agencia de noticias más antigua de Bolivia. Desde ahí, y por casi medio siglo, medir el pulso a un país a través de la información ha sido una pasión para el padre José Gramunt de Moragas.

Amable y dueño de un carácter algo reservado a la hora de hablar de sí mismo, el director de la Agencia de Noticias Fides (ANF) -que tiene 49 años de existencia- ha visto en el transcurso de décadas cómo el oficio del periodismo en Bolivia ha evolucionado desde el papel carbónico hasta llegar a la era digital. En la actualidad y en los albores de sus 90 años comparte con Página Siete algunos momentos que marcaron su vida.

La infancia y la guerra

José Gramunt de Moragas nació en 1922 en Tarragona, en Cataluña, España. “Uno de los momentos que marcó mi vida, cuando tenía unos 14 años, fue la Guerra Civil española, de 1936 al 39. Una guerra es algo terrible y definitiva que deja una huella profunda para quien la vive” dice.

Perder a familiares en el enfrentamiento fue una experiencia “dura y dolorosa”, pero que le enseñó algo valioso que hasta hoy recuerda: le dio la oportunidad de observar la lucha de ambos bandos, lo que le permitió aprender a tener una visión más amplia, que superaba una posición unilateral y evitar el apasionamiento de tomar partido por uno de los lados.

Terminada la guerra, se mudó a Madrid y se graduó de la carrera de derecho de la Universidad Central, hoy Complutense. Fue entonces cuando decidió ingresar a la Compañía de Jesús, una decisión que terminaría cambiando su vida en forma definitiva y guiaría su destino a Bolivia, país del que luego asumiría la nacionalidad.

El sacerdocio y vocación

Rodeado de las imágenes de “sus dos mamás” -una foto de su madre y una escultura de la Virgen María-, un estante con libros de derecho y algunos de los varios reconocimientos que ha recibido, Gramunt afirma, en tono de broma, que lo único que sabía de Bolivia era que estaba en Hispanoamérica.

El sonido del tráfico del centro paceño llega con menor intensidad a su oficina, mientras retrocede en el tiempo hasta 1952 cuando llegó -aún sin ordenarse como sacerdote- a Bolivia, poco después de la Revolución del 9 de abril.

Poco después lo destinaron al Colegio San Calixto de Sucre para “desasnar a los alumnos”, afirmación que le provoca en seguida una gran sonrisa. En aquella época, hizo sus primeras armas del periodismo en radio Loyola, su primer contacto con los medios de comunicación.

Años después volvió a España, estudió periodismo y para 1957 se ordenó como sacerdote jesuita. Retornó en forma definitiva a Bolivia y se hizo cargo de la dirección de Radio Fides; en 1963 fundó ANF.

Noticias, honestidad y política

“En esos tiempos había radioteatros, revistas; pero por mi formación jurídica y mi carácter le dimos un giro e impulso mucho más informativo, porque la información te da pie al comentario y ahí es donde nació ¿Es o no es verdad? mi columna que lleva tantos años”, cuenta.

Él sabía que era un destino permanente, que estar en Bolivia no se trataba de una visita turística en la que se come un chairo, se toma una cerveza y listo. Este país y el periodismo, dice, eran su destino.

Después de casi 50 años de estar al frente de ANF, Gramunt dice a título personal sobre su columna: “yo no hago noticia, yo hago comentario. Por lo tanto yo transmito lo que honradamente pienso. Una de las cosas que predico es la honestidad intelectual, le guste o no al otro porque estamos en democracia”, dice a tiempo de recordar que durante las diferentes dictaduras que vivió el país lo tacharon de derechista. “Si yo no le estaba echando incienso al dictador, era un fascista o cualquier otro apelativo, pero me resbala porque creo ser honesto intelectualmente”, añade.

Sobre la actual situación de ANF y el juicio planteado por el Gobierno, su director resalta el tratamiento de la noticia que “siempre ha reflejado los hechos con respeto y de forma objetiva, siempre partiendo de un sentido democrático”.



The Beatles y los años

De aquellas técnicas y máquinas antiguas a la hora de hacer periodismo no extraña nada, pero rescata y disfruta del pasado la música clásica como la de Chopin, aunque también le gusta el jazz y The Beatles.

Y es que llegar a los 90 años es otro momento que ha marcado su vida; al mirar atrás, el paso del tiempo es inevitable.

Para él, los jóvenes piensan en el porvenir y los viejos en los recuerdos; sin embargo ahora piensa nuevamente en su porvenir. Ese que trasciende a este mundo, del cual, cuando se vaya, espera ser recordado con cariño y, sobre todo, como un hombre honesto.

“Yo soy un hombre honrado y me parece que dentro de mis muchas falencias siempre he sido siempre honesto”, dice.

Apreciar una buena amistad hoy en día tiene un sabor especial y es un lujo que se da con una sola persona.

Volviendo al juicio que el Gobierno sigue a ANF y a otros medios como Página Siete, opina que “más que ofenderme las críticas me halagan y ruborizan las solidaridades. Las solidaridades de la gente que me encuentra por la calle y me las manifiesta”.

“Más que ofenderme, las críticas me halagan y ruborizan las solidaridades (...) de la gente que me encuentra por la calle y me las manifiesta”.

El padre José Gramunt y ANF
Periodismo Entre 1956 y 1957, cursó la carrera de periodismo en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo en España. Luego realizó prácticas en la BBC de Londres y, en 1959, en la Syracuse University, donde fortaleció sus conocimientos, aunque no como un estudio sistemático.


ANF La agencia nació el 5 de agosto de 1963, hace 49 años, para servir a los medios de comunicación social, sobre todo del interior. Es la agencia nacional de noticias más antigua de Bolivia y la segunda más antigua de América Latina después de la argentina Télam.


Premios Gramunt recibió el Premio Libertad 2009, otorgado por la Asociación Nacional de la Prensa; el Premio Nacional de Periodismo, conferido por la Asociación de Periodistas de La Paz (1993), el Premio al Periodismo de la Fundación Manuel Vicente Ballivián (1983), y una Mención Especial en la categoría de “labor informativa” del Premio Rey de España (1984). Además del galardón al Pensamiento y Cultura en 2002 otorgado por la Fundación La Paz.


Publicaciones Además de ser autor de ¿Es o no es verdad? (2009) Gramunt también ha escrito Un retrato de Alfonso XIII (2003) y Un notario bibliófilo y otras historias catalanas (2001).

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