El actor falleció en su domicilio de la pequeña isla de Roanoke, muy querida por Griffith, a primera hora de la mañana, según confirmó la oficina del alguacil del condado a la televisión local WITN, sin detallar las causas de la defunción.
Precisamente, el papel de alguacil le dio al actor gran popularidad en Estados Unidos durante los años 60 con el programa The Andy Griffith Show, el “sheriff” Andy Taylor de Mayberry; ésta se incrementó con su interpretación del abogado penal en la serie televisiva de los 80, Matlock.
El escritor Terry Collins, autor de la biografía del intérprete, contó que Griffith se definía como un joven “terriblemente tímido, esmirriado y feo” que un día se dio cuenta de que podía hacer reír a la gente.
“Convertí una situación de desventaja en una ventaja y, al hacerlo, cambió mi vida”, declaró el actor al analizar su trayectoria. Y así lo hizo, especialmente para el mercado nacional. Tanto antes como después de hacer reír al público televisivo y recibir algunos premios Emmys, pasó por varios escenarios con sus monólogos y por el mundo del cine.
También se introdujo en la música, especialmente en el género gospel, donde acabaría grabando 18 trabajos discográficos. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lamentó ayer, a través de un comunicado, el fallecimiento del actor de Carolina del Norte y lo calificó de “artista de talento extraordinario” que ha marcado los pasos de generaciones posteriores de intérpretes.
En 2005, el actor recibió, de la mano del entonces presidente George W. Bush, la Medalla a la Libertad por ser uno de los intérpretes “más conocidos y más queridos del país”, con “una carrera duradera y un estándar de excelencia en el entretenimiento”, aseguró entonces la Casa Blanca.
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