Todo arrancó en 2015, con un comentario. Un empresario al que Valverde solo identifica como un empresario le habló de Grabiela Zapata. Una publicación de CAMC cambió el curso de los hechos.
¿Cómo empieza a indagar el supuesto tráfico de influencias?
Tiene largo tiempo este asunto. Este de aquí (señala un cuaderno con anotaciones suyas) es mi bitácora de trabajo del año pasado. Están todos los días, todos los temas que nosotros hemos tocado están en esto. Alguien me llamó y me dijo: “Che, mirala a Gabriela Zapata”. Nada más. Y yo lo anoté: “Gabriela Zapata, ¿quién es?”. Nada más. No le di mucha importancia hasta que después me aparece esto (un mensaje que dice): “Ojo, madre o novia, hijo de Evo, Gabriela Zapata Montaño, en negocios con el Gobierno con empresas chinas”.
Eso despertó la curiosidad.
Sí. Y comencé a buscar de ella en internet. Descubrí que ella tiene una empresa en Santa Cruz, fechada en La Paz, una transferencia de cuotas, retiro de socios, y ella compra una empresa aquí en Santa Cruz, una empresa que se dedica a hacer arquitectura, construcciones civiles, proyectos, consultorías, diseño, etcétera. Hasta ahí, no tenía más nada para ser sincero. Y lo tenía dándole vueltas. El 4 de febrero de 2012, ella lo etiqueta a Evo Morales y le escribe… Pero hasta ahí yo no tenía nada. En este país se habla mucho: que tiene un hijo para tal o que está metida en las empresas chinas, o es dueño de tal cosa. Dicen que García Linera es dueño de la mitad del país. Entonces, yo a eso no le di mucha importancia.
¿Qué lo animó entonces a afirmar su acusación?
Me llega el domingo con el periódico esta separata (de la empresa China CAMC Engineering). Me llega a las seis y media de la mañana. La abro y me topo con que la señora es gerente comercial de la empresa. Si uno mira la redacción de esto, ella figura antes que el vicepresidente y gerente general, pero además, ya con el antecedente de que dicen que tiene un hijo para Evo Morales, ¿qué tengo que hacer yo, periodista? Movámonos, a ver si tiene el hijo con Evo Morales. Nos movemos con eso. Conseguimos toda la documentación. Primero conseguimos los recortes esos, pequeños, donde salta de inmediato (el nombre del niño), hijo de Juan Evo Morales Ayma, cuyo número de carnet de identidad confirmé que es ese, y de Gabriela Geraldine Zapata Montaño. Entonces, la cosa esta armada. No hay dónde perderse.
Pero, ¿por qué asegura que hay tráfico de influencias?
Uno se pregunta, una chica joven, que es contadora y que es abogada, termina de gerente comercial de una de las empresas que tiene más negocios con el Gobierno boliviano. Miles de millones, cinco o seis actividades diferentes, tienen el litio, tienen San Buenaventura, tiene en proyectos. Y, además de eso, está en la licitación para la ampliación de la fábrica de cemento en Sucre. Entonces, con 29 años, sin experiencia en el área comercial, en el medio de la foto, ¡hey!, está en el medio de la foto. Esto es poder. Consecuentemente, esto no es por sus capacidades sino que aquí hay una clara influencia política para que la señora esté donde está. Y tras de eso me fui y lo denuncié. Yo entiendo que aquí hay tráfico de influencias.
Es un periodo de campaña y lo primero que ha dicho el ministro Juan Ramón Quintana es que es guerra sucia.
Yo no soy político, yo no estoy metido en otra cosa que no sea periodismo. Esto es periodismo. ¿Qué quieren? Que yo, para dar la impresión de que no estoy metido en el tema político, me calle para hacerles el favor. ¡Señor! No fui yo el que publicó esto (la separata de China CAMC Engineering). Fueron ellos los que dejaron expuesta a la señora y nos las tiraron ahí. El que podía agarrarlo, lo agarraba. Ok, lo agarré yo. Pudo haberlo agarrado cualquier otro, pero no fui yo el que lo inventé. No soy yo el que inventa la documentación. Nosotros tenemos la documentación original. Tenemos el certificado de nacimiento original. Eso de guerra sucia no va conmigo. Yo hago periodismo.
Pero en la lógica de explicar a los lectores, ¿cómo se puede corroborar el tráfico de influencias?
Con el documento que dice que Juan Evo Morales Ayma, con la cédula de identidad 2763595 es el padre. Este documento hace fe de Estado. Esto no lo emite Carlos Valverde, lo emite el Segip. Hace fe de Estado, ese chico es hijo de Evo Morales Ayma. Seguramente será muy difícil que lo vuelvan para atrás y digan que no, que hubo un error, que no era Juan Evo. No creo que lo hagan tampoco. Tratarán de defenderse diciendo es una guerra sucia y en algún momento dirán este es el chico. Yo nunca me he metido, ojo, porque yo no le cuido ni la bragueta a Evo Morales ni la falda a la señora. Pongámoslo claro: lo que ellos tengan en su vida privada no me importa, lo que sí me tiene que importar como periodista es desde el momento en que esta señora ocupa un cargo por la relación con el presidente, un cargo en una empresa donde ella es la segunda de abordo y que figura como la estrellita de la firma, de una que contrata con el Estado boliviano miles de millones…
¿Es consciente de que con la argumentación y documentos que usted ofrece, usted podría dar pie a un juicio de responsabilidades por tráfico de influencias?
Yo creo que por lo menos deberían abrirle una investigación. Y no sé cómo lo irán a probar o cómo irán a dar una explicación de la relación de la madre del hijo del presidente en la empresa más importante que ha venido al país. Tendría que darse un juicio de responsabilidades. Probablemente la mayoría parlamentaria no dará lugar, pero por lo menos debiera abrirse el juicio de responsabilidades. Es lo que yo creo
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