— ¿Se queda a vivir en La Paz?
— Sí, ATB ha visto por conveniente trasladarme de ATB Sucre a La Paz y, en este nuevo emprendimiento, quiere que valga el esfuerzo y la determinación (sonríe).
— ¿Le está costando acostumbrarse a la ciudad?
— En realidad hay un plus, porque yo pasé mi niñez en La Paz, así que la ciudad no me es ajena.
— ¿Cómo fue su transición de la pasarela a la Tv?
— No soy la única Miss que ha pasado a la Tv. Quizás lo diferente es que yo paso a un noticiero y no a programas femeninos y de variedades, como se acostumbra, pues en ellos el contenido es mucho más ligero, más espontáneo y llevadero. Yo no me veía, ni esperaba aparecer en Tv y menos en un noticiero.
— ¿Le ha costado acostumbrarse a presentar el noticiero?
— A un principio es complicado por la presión que una tiene, no puedes inventarte algo porque la gente está atenta a lo que dices, te cree y ése es un compromiso que se tiene, el de llevarle la información responsable y creíble sin parcializarse, ni verter comentarios.
— Durante su reinado se destacó su inteligencia. ¿Considera que ha roto ese estereotipo de que las misses son tontas?
— Creo que la gente que dice eso ha visto muy efímeras las convicciones y sueños de una Miss, no se han puesto a ver que detrás de esas personas hay un cariño real por lo que hacen. No es que no quieran ser físicos nucleares o grandes genios, sino que ellas aman lo que hacen y se quedan ahí haciendo ello. En mí varían las convicciones, yo no pensaba ser reina, acepté ser Miss Chuquisaca porque así me daban una beca posgrado en la Universidad Andina y creo que fue más una consecuencia. Se sumaron muchas cosas para que yo sea Miss Bolivia.
— ¿Le gustó esa etapa?
— Se escribió en mi historia y agradezco la oportunidad que me dieron, yo le puse muchas ganas, aunque tuve situaciones buenas y otras pésimas que han formado mi carácter.
— ¿A qué se refiere cuando dice situaciones pésimas?
— En el sentido en el que no soy una de esas personas a la que puedes enseñarle cómo ser. Yo ya tenía formado un carácter y un norte en las enseñanzas de mi hogar. Lo más difícil fue luchar con el estereotipo en el cual quieren convertirte, quieren que seas una muñeca que hace lo que ellos dicen y que piensa como ellos dicen y que acaba amando lo que ellos aman y fue difícil mantenerme como yo soy y creo que lo logré. Se tropezaron con una persona que no iba a dejar sus convicciones y creencias para ser lo que los demás querían.
— ¿Qué le gustó de su reinado?
— Cuando fui al concurso de Miss Universo tuve que escuchar de los “misiólogos”, los entendidos en la materia de reinas, decir: “Claudia Arce ha sido la peor de las misses de los últimos años de Bolivia” y eso me alegra, porque prefiero haber sido una Miss Bolivia diferente que haber sido una representante común y de la que se van a olvidar.
— ¿Qué tal le va en la Tv?
— Apareció la oportunidad y me quise arriesgar porque iba con mis ganas de superación y agradezco a Dios por haber aceptado. Crecer en ATB en esta etapa de mi vida es un privilegio, estoy aprendiendo mucho acá y tengo buenos maestros.
— ¿Quizás irá a hacer coberturas?
— Me gusta más hacer llegar la información a la gente, quizás no tanto buscar la noticia, pero sí mostrarle al público las cosas como son y que hay algo más, un contexto. Me gustan las noticias porque son emocionantes.
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