Con uso de nuevas tecnologías Radialistas buscan mejorar el periodismo en provincias

La labor de las tres mujeres radialistas resaltó durante el taller “Mujeres, periodismo y tecnología”.

Tres mujeres radialistas de las provincias Los Andes y Omasuyos buscan llevar el uso de la tecnología aplicada en el periodismo a sus regiones, con el objetivo de mejorar el proceso de comunicación.

Estas personas formaron parte de un grupo de 60 periodistas que fueron capacitados en el taller “Mujeres, periodismo y tecnología”, evento organizado y financiado por la Embajada Americana además de 12 instituciones a nivel nacional.

CASOS

Remedios Quispe Mamani, de la provincia Los Andes II sección de Laja, es corresponsal de Erbol. Además de hacer programas radiales los fines de semana en su emisora rural, ella, en la actualidad, tiene la posibilidad de utilizar las nuevas herramientas tecnológicas con la finalidad de mejorar su trabajo periodístico, así como permitir que su audiencia logre comunicarse y demandar temas a ser analizados.

“Yo no conocía Twitter, Facebook, o las otras herramientas que nos han mostrado y ahora con todo eso voy a poder hacer mi trabajo mejor para poder recabar todo lo que pasa en nuestras provincias, voy a publicar no sólo para la radio o mi audiencia, sino las prácticas, lo que debo realizar donde hago mis entrevistas”, indicó.

Entretanto, Ana Limachi, conductora de un informativo y programa radial en lengua nativa, asegura que llegó al taller conociendo el uso del Facebook, una de las herramienta que le permite conectar a su audiencia no solo a nivel nacional sino con aquellas familias bolivianas que se encuentran en el exterior, pero ellas tienen el objetivo de comunicarse con sus familias, es por eso que parte de su audiencia están conectadas a una de las principales redes sociales a nivel internacional.

Para Limachi, la posibilidad de conocer nuevas tecnologías, le permitirá ampliar sus contactos y lograr socializar su trabajo radial, dando a conocer las necesidades que tienen las regiones rurales a través del uso de las redes sociales y los nuevos enlaces internacionales que le permitirá contar nuevas historias desde las poblaciones lejanas al mundo entero.

“Muchas de nuestras familias que viven en el exterior, nuestros hijos y las nuevas generaciones se están olvidando del idioma nativo, es por eso que uno de mis retos es poder lograr transmitir nuestras historias, pero en idioma nativo”, remarcó.

Mientras que Hortensia Huayñapaco, quien llegó al taller de la provincia Omasuyus cantón Huatajata, expresó que la experiencia de poder conocer, incluirse y trabajar con las nuevas tecnologías en la actualidad le permitirá comunicarse con la comunidad internacional a quienes les ofrecerá poder acercarse más a la culturas de Bolivia, a describir la geografía y tener nuevas amistades.

“En mi región nos dedicamos a la pesca, el turismo y las fiestas patronales estas son parte de algunas de las culturas en la región andina que me gustaría que se logre dar a conocer a todo nivel, sea nacional hasta internacional. Es por eso que agradezco a la embajada Americana a que, nos haya facilitado poder ser parte de este taller con tres profesionales internacionales quienes tuvieron paciencia, tiempo y facilidad de podernos incluir por ejemplo en las redes sociales, ahora ya estamos conectadas”, expresó.

CAPACITACIÓN

El primer día, alrededor del 65% de las mujeres inscritas en el taller se registraron por primera vez en Twitter, mientras que un 40% logró obtener una plataforma a través de WhatsApp denominada “Chicas Poderosas Bolivia” y el 20% no solo se incluyó al Facebook o a través de correo electrónico.

De todos los inscritos, 65 periodistas mujeres y dos varones concluyeron su trabajo periodístico produciendo trabajos multimedia (video, audio, texto, fotografía), que fueron expuestos al concluir el taller, con una visión crítica de un tribunal compuesto por los cinco profesionales, quienes identificaron a cabalidad algunas falencias de forma, mientras que las historias fueron logradas y editadas en menos de 24 horas, pese a las limitaciones.